País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón logran reducir su tasa de paro

Según estimaciones de diferentes organismos, el PIB de las regiones vasca, navarra, riojana y aragonesa crecerá este año por encima de la media nacional.

23/06/2016

Euskadi crecerá un 2,5 % en 2016 y creará más de 15.000 nuevos puestos de trabajo, según las previsiones económicas del Gobierno Vasco realizadas a principios de año. En una línea similar, el informe de Perspectivas Económicas 2016 elaborado por Laboral Kutxa señala que la economía vasca crecerá un 2,8% ...

Euskadi crecerá un 2,5 % en 2016 y creará más de 15.000 nuevos puestos de trabajo, según las previsiones económicas del Gobierno Vasco realizadas a principios de año. En una línea similar, el informe de Perspectivas Económicas 2016 elaborado por Laboral Kutxa señala que la economía vasca crecerá un 2,8% durante 2016. El citado informe de la entidad bancaria destaca al sector servicios como motor de la economía vasca y apunta, asimismo, una mejora del mercado laboral en Euskadi, de manera que la tasa de paro en 2016 bajará al 13,8%, lo que supondría alrededor de 1.400 parados menos. Sin embargo, la previsión para el año en curso apunta a una suavización de la tasa de incremento del PIB. En 2015 el protagonismo del crecimiento recayó en el notable avance de la demanda interna, frente a un saldo exterior que apenas aportó una décima al incremento del PIB, por la atonía de las relaciones comerciales con los países del entorno. Sobre la demanda interna, cabe apuntar que la demanda en el sector de baños y cocinas en el País Vasco durante 2015 fue de 109 millones y 120 millones de euros, respectivamente. En lo que al empleo se refiere, el año 2015 también fue favorable y conoció un incremento del 1,7%, que se traduce en una generación neta de unos 15.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo y en media anual. Es, por tanto, el segundo año consecutivo de aumento del empleo. Por sectores, la mayoría del empleo generado se concentró en los servicios, que aumentaron un 2,5%. Por el contrario, tanto la industria como la construcción volvieron a perder efectivos, aunque a ritmos muy inferiores a los de los años precedentes. El sector de la construcción del País Vasco, por su parte, marcó un exiguo ritmo de actividad a lo largo de 2015, alternando trimestres de recuperación con otros de contracción. 
 
En Navarra, el Gobierno foral espera que el PIB de la comunidad crezca un 2,9% en 2016 y mantener las cifras del pasado año. Con esa evolución, prevé que el empleo crezca en 6.000 personas durante 2016. En relación al mercado laboral navarro, el Servicio de Estudios de Caja Laboral Kutxa prevee en su estudio “Perspectivas económicas 2016” que la tasa de paro se reduzca hasta el 11,6%, lo que supondría una reducción del 2,5%, aproximadamente. Según este organismo, la recuperación de la economía de Navarra se ha apoyado en el comportamiento del precio de las materias primas y la depreciación del euro frente al dólar. Asimismo, otros factores importantes son la recuperación en parte del consumo y de la demanda interna. En este sentido, los datos de demanda del sector baños y cocinas en Navarra en 2015 señalan que la inversión fue de 35 millones de euros en el sector baños y de casi 39 millones de euros en el caso del sector cocinas. Finalmente, también se ha producido una aceleración del crecimiento de la demanda externa de bienes navarros. Por lo que respecta al sector inmobiliario navarro, los datos de 2015 arrojan señales contrapuestas: las ventas cayeron en términos interanuales y el precio, aunque moderó su corrección, volvió a mostrar una peor evolución algo peor que la media española. Sin embargo, la actividad constructora en la primera mitad del año creció, aunque algo menos que la media. En cualquier caso, se espera que, debido a la ausencia de sobreoferta en la región, el ritmo de recuperación siga siendo superior que la media.
 
Por su parte, La Rioja registró un aumento del 3,1% del PIB en 2015 mientras que para 2016 la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) espera que el PIB en esta comunidad crezca un 3,4% y que la tasa de paro baje al 11,5%, por debajo del 20,1% de media de toda España. En términos de Encuesta de Población Activa (EPA), el empleo aumentará un 2,5% de media, con La Rioja, Baleares y Valencia a la cabeza. Asimismo, la economía de La Rioja creció un 2,8% en 2015, el mejor dato desde 2008. El crecimiento de La Rioja se debió al buen comportamiento del sector servicios y de la industria. Además, La Rioja es la sexta CC.AA. con mejor PIB por habitante en 2015, por encima de la media del conjunto nacional. Una buena marcha de la economía riojana que tiene su reflejo en el sector de las cocinas y los baños y, a este respecto, los riojanos destinaron 19,75 y 17,91 millones de euros, respectivamente, en ambos sectores a lo largo de 2015.
 
Finalmente, sobre la última autonomía sometida a análisis, Aragón, destaca que la evolución reciente que ha experimentado su economía y los soportes que vienen apoyando su recuperación hacen prever que el crecimiento del PIB se estabilizará durante los próximos dos años alrededor del 2,9%, según las estimaciones de BBVA Research. Así, los datos de actividad del cierre de 2015 e inicios de 2016 muestran que la creación de empleo y el crecimiento de la demanda interna mantienen su dinamismo. En el escenario más probable, y tal y como se extrae del informe de BBVA Research de la región maña, la inercia de la actividad económica justifica un crecimiento que se acelera hasta el 2,8% en 2016 y 2,9% 2017, y permitirá la creación neta de 29 mil empleos en el bienio. Ello facilitaría que en este bienio se recuperen algo más de la mitad de los puestos de trabajo destruidos durante la crisis. No obstante, a finales de 2017 el número de ocupados aún será un 9% inferior al alcanzado en el cuarto trimestre de 2007. En cualquier caso, Aragón sigue enfrentando retos comunes al conjunto nacional, como la formación y retención de talento o la necesidad de promover un tejido empresarial con empresas de mayor tamaño y propensión exportadora, al tiempo que es necesario un esfuerzo que permita cerrar la brecha estructural que mantiene, en términos de empleo y de productividad, con el conjunto de economías más avanzadas.

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