Mejor en todos los sentidos

Hacía años que el subsector de la mampara no sonreía tanto como en 2015. Creció el mercado aparente, se vendió más, y los fabricantes presentaron modelos prácticamente perfectos en todo.

31/08/2016

Los fabricantes del subsector de la mampara continúan expectantes ante la evolución de la economía y del consumo, conscientes de que la tormenta podría haber pasado. Así lo muestran las cifras del 2015. Para comenzar, el mercado interior aparente aumentó en 2015 por segundo año consecutivo. En 2013, este mercado ...

Los fabricantes del subsector de la mampara continúan expectantes ante la evolución de la economía y del consumo, conscientes de que la tormenta podría haber pasado. Así lo muestran las cifras del 2015. Para comenzar, el mercado interior aparente aumentó en 2015 por segundo año consecutivo. En 2013, este mercado movió 190 millones de euros, y en 2015, ya eran 201 millones. No se trata de subidas espectaculares ni mucho menos, aproximadamente un 6% en dos años, pero sí se trata de una gran novedad para una industria que se había acostumbrado a las caídas. La evolución había sido terrible. De 261 millones de euros que suponía el mercado aparente de este subsector en 2011, se pasó a 190 millones en 2013, tan solo dos años después. Una caída de prácticamente un 30% que añade valor al hecho de haber sido capaz de frenarla en seco e incluso volver a crecer tras el duro varapalo. Las razones para la vuelta a los números negros son varias; la economía volvió a rodar, el consumo se reactivó perezosamente, y con él, las posibilidades y las ganas de renovar un espacio tan importante como el baño.

Básica en el baño

Y, por supuesto, desde hace años, el hecho de que la mampara sea uno de los elementos básicos a la hora de emprender una reforma de este tipo. Reformar un baño implica instalar una mampara. Sobre todo, si el cliente hojea uno de los catálogos que los fabricantes presentaron en 2015, que hacían imposible no enamorarse de cada uno de sus modelos, en los que se aunaba el diseño más minimalista con la tecnología más avanzada. Bisagras y anclajes que pueden ser instalados directamente en las paredes, diseños sin perfilería, herrajes pivotantes que evitan que el agua acumulada en la repisa del plato de ducha moje el suelo del exterior...los diseñadores industriales llevan años trabajando en la mejora técnica de la mampara, que alcanza hoy en día niveles de perfección muy altos. Esta misma perfección sirve para hacer posible lo imposible, es decir, poder instalar una mampara sea como sea el espacio, incluso en aquellos que son muy irregulares, último reducto de la cortina de baño.

Sea como sea el cliente

La posibilidad de adaptarse a todos los gustos y todas las necesidades del cliente, sea éste privado o un establecimiento como un hotel o un hospital, ha desterrado a la cortina y a cualquier otra forma de aislar la ducha o la bañera, dejando a la mampara como prácticamente la única opción válida a la hora de reformar o de diseñar un baño. Como decíamos, no se trata solamente de hogares; las mamparas saben adaptarse a instalaciones colectivas de todo tipo, desde los hospitales y, pasando por los hoteles, hasta los spas y balnearios. Ofrecer un producto higiénico y fácil de limpiar es esencial cuando hablamos de este tipo de espacios compartidos por mucha gente, y las empresas del sector han sido capaces de diseñar productos altamente cualificados para estas instalaciones, con características como la resistencia a un uso muy intensivo o la facilidad de limpieza y la higiene.

El 2015 fue el año de las mamparas batientes, correderas y con puerta de acceso, con iluminación incorporada, con mecanismos de cierre que incluyen un amortiguador que garantiza su seguridad y su estanqueidad. Es decir, el año en el que cualquiera pudo encontrar su modelo ideal, al mismo tiempo que fue el año en el que los primeros clientes pudieron por fin reunir los recursos para llevar a cabo la reforma de su baño. Sin duda, estos nuevos modelos, versátiles, técnicamente perfectos y estéticamente atractivos, tienen también su parte de mérito en la evolución de las cifras hacia el positivo.

A su vez, el precio medio de la mampara tuvo que ser ajustado para conseguir atraer a unos clientes que aún necesitaban un último empujón a la hora de invertir en su hogar. En concreto, el precio medio de la mampara ha pasado de 280 a 219 euros en cinco años. Sin embargo, el mayor ajuste tuvo lugar entre el 2011 y el 2013, momento desde el cual el precio medio se ha mantenido e incluso a subido ligeramente, lo que demuestra, una vez más, que, lo peor, ya ha pasado.

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