Castilla y León y Extremadura crecerán en 2016 a un ritmo inferior a lo observado hace un año

Ambas comunidades presentan cifras de crecimiento similares para este año; Extremadura del 2,3% y Castilla y León con un aumento del PIB estimado del 2,4% para 2016.

07/10/2016

Las previsiones más recientes para Castilla y León apuntan a que el crecimiento continuará en la región tanto este año como el próximo, con un aumento del PIB en torno al 2,4% en ambos años. Este crecimiento permitirá a la comunidad castellanoleonesa la creación de algo más de 30 mil ...

Las previsiones más recientes para Castilla y León apuntan a que el crecimiento continuará en la región tanto este año como el próximo, con un aumento del PIB en torno al 2,4% en ambos años. Este crecimiento permitirá a la comunidad castellanoleonesa la creación de algo más de 30 mil empleos en el acumulado de los dos años y reducirá la tasa de paro hasta el entorno del 15% al final del bienio, según se desprende del análisis sobre esta región que BBVA Research ha efectuado en mayo de este año. En el mismo se indica que el soporte principal del crecimiento en Castilla y León continúa siendo la demanda interna, centrada en el incremento en el consumo de las familias. Cabe destacar que, en lo referido al mercado de cocinas y baños, los castellanoleoneses invirtieron un total de 161,31 millones y 139,73 millones de euros en estos dos sectores durante 2015, respectivamente. Sin embargo, aunque la recuperación continúa en el presente año, lo hace a un ritmo algo inferior ya que en el primer semestre de 2016 el PIB castellanoleonés podría haber crecido a una tasa promedio cercana al 0,6% trimestral.  
 
En lo que respecta al sector exterior, las exportaciones reales de bienes de Castilla y León aumentaron un 13,5% a/a en 2015, 10 p.p. por encima de lo observado en el agregado nacional y, aún más, con los datos disponibles de este año, se observa que el crecimiento se ha acelerado en el primer trimetre de 2016. Por sectores, las exportaciones castellanoleonesas están muy condicionadas por el automovilístico que, entre 2009 y 2015, ha promediado más de un 40% de las ventas exteriores de la región en términos nominales. Además, en lo que va de año, el sector del automóvil muestra también una aceleración adicional, junto con una aportación positiva de los alimentos. Respecto a los destinos de las exportaciones castellanoleonesas, todos ellos aportaron crecimiento a las ventas exteriores en 2015, destacando la UE-28, que absorbió el pasado año algo más de tres cuartas partes de las exportaciones de bienes regionales. El resto de zonas geográficas mostraron incrementos proporcionales mucho mayores, si bien dada su escasa relevancia, sus aportaciones al crecimiento fueron modestas. Pero como se mencionaba, los datos del primer trimestre de 2016 reflejan, como en el conjunto de España, una desaceleración de las exportaciones de bienes hacia el extranjero pero, pese a todo, se mantiene el buen comportamiento de las ventas hacia Europa, en particular de automóviles, lo que ha permitido compensar la contracción hacia el resto de destinos.
 
Recuperación lenta del mercado inmobiliario y evolución favorable del turismo
Por otro lado, el crecimiento del mercado inmobiliario en Castilla y León se desaceleró en 2015, pues tanto el crecimiento de las ventas, muy estrechamente ligado a la evolución de la demanda doméstica, como el de los permisos de construcción de viviendas crecieron por debajo de la media nacional. De este modo Castilla y León fue, junto a Galicia y Murcia, la comunidad autónoma donde menos creció la firma de permisos para iniciar nuevas viviendas.  Del mismo modo, en 2015 el precio de la vivienda no consiguió superar al del año anterior. Para el año en curso se espera que el sector siga recuperándose, aunque a un ritmo más moderado que la media. Y es que la relevancia de la demanda doméstica impide beneficiarse a la región del buen tono que muestra la demanda de extranjeros y, por tanto, la recuperación de este sector dependerá, en mayor medida que en otras comunidades, de la recuperación del empleo. Con todo, el elevado peso de la demanda de residentes en otras regiones, puede permitir que la región pueda verse favorecida por el aumento del empleo a nivel nacional.
En el lado opuesto, el sector turístico castellanoleonés evolucionó favorablemente en 2015, con un aumento tanto del número de viajeros entrados en hoteles como del de las pernoctaciones. Además, en ambos casos, el crecimiento fue superior a la media nacional y no solo eso sino que este dinamismo se mantuvo en el primer trimiestre del año, según los datos disponibles. Finalmente, los datos del mercado laboral de la región indican que el empleo continuó mejorando en 2015 con un incremento del número de afiliados a la Seguridad Social a tasas anuales del 2,2%. Esta cifra supone el mayor crecimiento desde 2007, aunque sitúa a la región como una de las de menor crecimiento en el año. 
 
Por todo lo anterior, y a pesar de que la economía de Castilla y León continúa creciendo a un ritmo saludable, algunos riesgos externos e internos se mantienen. Por un lado, la capacidad que muestre la región para incrementar el ritmo de recuperación de la demanda interna definirá las posibilidades de cerrar la brecha existente con el conjunto de España. Además, el esfuerzo necesario de contención del gasto para volver a la senda de consolidación fiscal será clave para el crecimiento en 2016 y 2017. A más largo plazo, Castilla y León sigue enfrentando retos comunes al conjunto nacional, como la formación y retención de talento o la necesidad de ampliar la base empresarial exportadora, promoviendo el aumento de tamaño de las empresas.
 
El PIB extremeño crecerá un 2,3% en 2016
La economía extremeña continuará mostrando tasas de crecimiento elevadas, del 2,3% en 2016 y del 2,5% en 2017, según prevén los analistas de BBVA Research. Este escenario permitirá la creación de 13 mil puestos de trabajo en la región y la reducción de la tasa de desempleo hasta el entorno del 27% a finales de 2017. A pesar de ello, el impulso del crecimiento económico observado en 2015 está cesando y, en esta línea, los datos de actividad apuntan a que durante el primer trimestre de 2016 el crecimiento continuó en Extremadura, aunque a tasas algo por debajo de lo observado en meses anteriores. La mejoría se observó en todos los indicadores parciales del consumo hasta el tercer trimestre del año. Sin embargo, en el último trimestre sólo las matriculaciones de turismos mantuvieron el dinamismo, mientras que los demás indicadores reflejaron ya un cierto agotamiento que se tradujo en menores tasas de crecimiento. En el primer trimestre de 2016 esta situación se ha mantenido y así, el consumo ha crecido en torno al 0,5% trimestral, ritmo similar al del trimestre anterior.
 
Ante esta situación, no es posible asegurar que la inversión en el mercado de cocinas y baños en la región sea mayor que en 2015, cuando se invirtieron 69,3 millones de euros en el sector cocinas y 60 millones de euros en el sector baños. En cuanto al mercado inmobiliario, los datos evidencian que la recuperación del sector evoluciona más lentamente en Extremadura que la media, si bien el precio de la vivienda ha ido estabilizándose. Con todo, 2015 finalizó con la venta de 6.327 viviendas, tan sólo el 0,7% más que en 2014, una evolución inferior a la media nacional (9,8%). En lo que respecta a la actividad constructora, ésta evolucionó favorablemente en 2015, aunque también con menos dinamismo que la media nacional. En este sentido, los visados de vivienda de obra nueva crecieron un 29,1%, aunque por debajo de la media nacional (42,5%). 
 
Reformas necesarias
Cabe señalar que Extremadura precisa implementar un plan de reducción del déficit que incluya la puesta en marcha de reformas estructurales que incentiven la inversión, la creación de empleo y la mejora del capital humano y, a más largo plazo, es necesario que la comunidad realice un esfuerzo adicional que le permita cerrar la brecha estructural que mantiene, en términos de empleo, productividad y renta con el conjunto de España y las economías más avanzadas. Para ello son determinantes dos aspectos: el grado de internacionalización de la economía y el tamaño empresarial.
 
En última instancia, es necesaria la reorientación de la actividad productiva en la comunidad, incrementando el peso de actividades alternativas al sector público o el agrario. Estos sectores mantienen un peso elevado en la economía extremeña y la elevada volatilidad que presentan estas actividades, la primera muy dependiente del ciclo político y la segunda de las condiciones meteorológicas, hacen a la región especialmente vulnerable.

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