Gota a gota

La evolución del sector de la grifería de cocina es lenta, pero segura. Con un millón más de facturación cada año desde el 2014, los fabricantes han conseguido hacer brotar el agua de un subsector al que la crisis ha querido cerrar el grifo en varias ocasiones.

18/11/2016

El 2015, la industria de la grifería de cocina logró facturar 32 millones de euros, frente a los 31 millones del año anterior, y a los 30 millones del 2013. En definitiva, unos valores que no hablan de una rápida recuperación de esta industria, pero sí de una línea ascendente, ...

El 2015, la industria de la grifería de cocina logró facturar 32 millones de euros, frente a los 31 millones del año anterior, y a los 30 millones del 2013. En definitiva, unos valores que no hablan de una rápida recuperación de esta industria, pero sí de una línea ascendente, gota a gota, asegurando cada pisada. Como en todos los subsectores de la construcción, la grifería de cocina lucha para navegar entre las olas de una situación económica que sigue sin ser estable, aunque parezca mejorar. De hecho, los datos del sector de la grifería en general, que engloba la de cocina y la de baño, son positivos, con una producción que creció un 12,4% en 2015 y un mercado interior que aumentó un 3,2% en el mismo año. La mayor virtud del grifo de cocina es su importancia en la cocina, que lo convierte en un indispensable a la hora de reformar, comprar o construir una. Y es que el grifo es uno de los factores que marca el carácter de cualquier cocina. Su forma, color y acabado son claves para el diseñador a la hora de determinar el estilo de toda la estancia.

Todo ello sin olvidar que se trata de un elemento con una labor básica para el día a día, y que debe cumplir con una funcionalidad y comodidad extrema. La tecnología y la innovación son esenciales para definir el grifo de cocina de la actualidad. Son las aliadas perfectas para lograr los efectos estéticos soñados por diseñadores y consumidores, a la vez que aseguran unas características técnicas a la altura de los tiempos que corren. Las tendencias hablan del diseño vintage como una de las corrientes que han llegado para quedarse. Las griferías retro destacan por sus líneas sinuosas y finas, decoradas o más rústicas, y, sobre todo, por un material que ha conquistado muchos corazones: el cobre. Su tono evoca las cocinas tradicionales, da un toque de color a aquellos ambientes más sobrios e incluso puede servir de contrapunto divertido en aquellas cocinas con un carácter más futurista y moderno. Por eso el cobre se ha colado en la cocina a través de distintos elementos, como los tiradores, las lámparas o el menaje de cocina. Para los que el cobre aún no ha conquistado, los fabricantes incluyen en sus catálogos una larga lista de acabados disponibles, desde los clásicos cromados o de acero inoxidable hasta el bronce, el níquel o los acabados en tonos como el blanco y el negro. Cada uno de estos acabados cuenta con ventajas y desventajas, por lo que le corresponde a cada consumidor sopesar su decisión y elegir aquel que más le conviene. Sobre todo, porque el material del grifo influye en características como la durabilidad, la higiene y el precio de la pieza.

Gota a gota

Caños, curvas y rectas
Pero siguiendo con la vertiente estética del grifo de cocina del 2016, el diseño vintage no es la única opción que ofrecen los fabricantes. Caños a distintas alturas -caño bajo, caño medio o caño alto- , formas originales, curvas sinuosas y líneas rectas, todo ello se conjuga a servicio de los deseos del diseñador, del interiorista o del consumidor final. La iluminación es otra de las bazas con las que los fabricantes cuentan para ganar el corazón de sus clientes. Las luces LED, que pueden ser de ayuda para evitar quemaduras, ya que indican con distintos colores la temperatura del agua que emana del grifo, dan a la cocina un toque moderno y sofisticado. Como vemos, los avances estéticos van de la mano de la funcionalidad en el caso de los grifos de cocina. Un ejemplo de ello es la altura y el diseño del caño; un caño alto puede resultar incómodo en combinación con un fregadero poco profundo. Por otro lado, un grifo de caño bajo será poco práctico a la hora de limpiar ollas o recipientes grandes y profundos.

Hoy en día hay en el mercado, además, otros tipos de caños que pretenden solucionar estos problemas. Así, los grifos con caños o mousseurs extraíbles facilitan la limpieza de elementos voluminosos o de formas poco habituales; los caños abatibles hacen compatible un grifo situado frente a una ventana con la comodidad de un caño alto, y los grifos que incorporan un muelle, los más parecidos a los
profesionales, hacen que las tareas en la cocina sean mucho más fáciles. En definitiva, podemos decir que los fabricantes de grifos de cocina están preparados para ofrecer al consumidor todo aquello que su corazón anhela y su cocina necesita. Un esfuerzo que se está
viendo recompensado con unas cifras que aumentan poco a poco y que están sentando las bases para un crecimiento más sólido en el futuro.

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