La clave del éxito del salón de Pordenone, que celebró su edición 2016 entre el 18 y el 21 de octubre, parece sencilla: “Cuando en una feria hay expositores importantes, llegan los visitantes de categoría. Si además todos los servicios funcionan bien, la feria es un éxito”, así lo resume el director de la feria. Decimos que parece sencilla, porque, en realidad, no lo es. La SICAM ha logrado convertirse en una de las grandes ferias para el sector a base de un gran esfuerzo organizativo. “Ofrecemos un servicio de 360 grados, ya que nos encargamos de la restauración, de la limpieza, del transporte en autobuses...estamos totalmente al servicio de los expositores”. A cambio de este trato cercano y familiar, aunque no por eso menos profesional, obtienen la fidelidad de las grandes compañías del sector de los accesorios,
semi-elaborados y componentes para la industria del mueble, que acuden año tras año a Italia con la certeza de contactar en cuatro días con sus clientes y con clientes potenciales para sus productos.

Alta profesionalidad
Según Carlo Giobbi, contabilizan los visitantes, este año más de 7.000, por empresas y no por personas físicas. “Si una gran empresa acude a la SICAM con treinta empleados, los contamos como un solo visitante”. Y es que no se trata de la cantidad, sino de la “calidad”, de la importancia para cerrar negocios de aquellos que acuden a la cita en Pordenone. En muchos casos, “no acuden gerentes, acuden los propios dueños de las empresas”, asegura Giobbi. “Una feria es un punto de encuentro, y al final de los cuatro días un expositor ha saludado a 100-150 personas”, explica, y añade orgulloso que en la SICAM las visitas son más cortas y precisas. Así, cuando los visitantes llegan a un stand, “ven directamente el producto, sin perder tiempo con otras cosas. La sala de exposición es como una gran
oficina con todo el producto que les interesa. Si quieren un café o quieren comer, hay un sitio fuera del stand”.

Momento y lugar adecuados
Por si fuera poco, la situación de la SICAM, tanto en el calendario como en el mapa, es inmejorable. Carlo Giobbi asegura que “los
profesionales están acostumbrados a que el mundo del accesorio y el semi-acabado para el mueble se encuentre en octubre y en
Pordenone”. Por un lado, octubre es “la mejor temporada del año, ya que entre enero y abril se celebran todas las ferias más importantes del mundo del mueble acabado y de la cocina; muchas compañías presentan novedades aquí porque después las pueden presentar en las ferias de muebles”. Por otro, Pordenone es una pequeña ciudad, dentro del clúster del mueble italiano, perfecta para albergar un evento como la SICAM. “Estamos muy cerca del aeropuerto de Venecia, que es el tercero en Italia, está siendo reformado y cuenta con muchas conexiones con el resto de Europa. Además, en un radio de 20km alrededor de Pordenone hay muchas posibilidades para
dormir a un precio razonable”.

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