El estudio de diseño MIA fue contratado para rediseñar una de las casas del complejo Indochina Villas Saigon, una comunidad
de lujo en la ciudad vietnamita de Ho Chi Minh. Este conjunto de casas sólo es apto para unos pocos, y cuenta con 114 villas de lujo situadas en una parcela de ocho hectáreas en la isla Thanh Da, a lo largo del río Saigon. “El concepto en su totalidad fue pensado
meticulosamente para poder integrarse con armonía en el paisaje tropical que lo rodea”, explica Steven Baeteman, líder del proyecto. Además de en un paisaje de ensueño, la casa se encuentra en un lugar especialmente dedicado al reposo y al disfrute de los pequeños placeres. Con una gran cantidad de restaurantes y cafés, la zona cuenta también con espacios para el deporte y para el ocio,
“un sinfín de comodidades para formar una experiencia de estilo de vida único”, reconoce Baeteman.

Un enclave idóneo para un hogar soñado
“El objetivo principal fue crear una conexión entre los espacios interior y exterior. Las barreras entre la arquitectura, las habitaciones y los jardines se difuminan completamente, dejando fluir todos los espacios de uno a otro con suavidad”, detalla el arquitecto, apelando a esta ligereza que se respira en todo momento. Esto se consiguió en parte transformando las ventanas en puertas que se pliegan, lo que permitió aprovechar el espacio y multiplicar las posibilidades de la casa “y también del lujo”, apostilla el responsable de esta Indochina Villa Saigon. Y es que los paisajes y su rica vegetación fueron de repente una parte más del hogar, al penetrar a través de la terraza y los balcones. Además, se añadieron pérgolas para poder crear más sombras y reducir el calor, en una ciudad cuya temperatura promedio
es de 36 °C, aunque durante la época de lluvias –de mayo a noviembre– es más fría. Pese a que su clima tropical supone que la humedad es del 75%, las temperaturas son una de las claves para todo visitante a esta emblemática ciudad, por lo que disponer de espacios exteriores bien aprovechados y pensados también para huir del calor más extremo –siendo la máxima temperatura registrada 46 °C– era básico para el diseño de esta reforma.

Así, la casa se compone de una planta baja con garaje junto con un espacio abierto de cocina, comedor y salón. La escalera lleva a las zonas privadas, dos pisos que contienen ambos dos dormitorios con baño –ensuite en la primera planta y compartido en la superior–, junto con bellas terrazas donde crecen las plantas autóctonas.

Una casa con ritmo
La coherencia de Indochina Villa Saigon se encuentra presente en todo momento: desde las líneas maestras del diseño – como son paredes, suelos y techos– como en todos y cada uno de los detalles, e incluso en el exterior. Si desde ahí nos encontramos con una casa que se presenta en colores marrones y blancos, ésta es también la base tonal que invade la vista en todo momento, y sobre la que se posan tonos crema y blancos en mobiliario y sanitarios, junto con negros y grises en la cocina, así como en piezas de decoración. Otro de los elementos clave en la continuidad del diseño es la madera en tono natural. Tanto en tono como en textura, este material invade la elegante terraza exterior y supone la base del balcón en la primera planta. En cuanto al interior, en todas las habitaciones se coloca una pared enteramente hecha de madera y llega a ser el suelo de uno de los cuartos de baño. Está también presente en la sugerente
escalera, en los armarios de obra en los dormitorios y en gran parte de los muebles, tanto en sillas y mesas de toda medida, como en lámparas, taburetes, camas y en la contundente despensa de la cocina.

“Buscamos una paleta de color moderno y sencillo que apelara al carácter tropical de la vivienda, por lo que usamos colores tierra junto con los tonos naturales de los materiales”, cuenta Baeteman. Además de conseguir un aire sofisticado y relajado en el interior, “la sombra verde oscura que se posa en todos los paisajes que la rodean se acentúa y se vuelve aún más prominente”.

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