Volúmenes inesperados, ranuras de luz, líneas fulgurantes y una apuesta por lo minimalista son las claves de Ka House, una tarea a la que Idin Architects dedicó dos años. Poco tiempo después, este proyecto muy personal ya ha logrado inmiscuirse en el espléndido paraje tailandés que ofrece la provincia de Nakhon Ratchasima, más conocida como Korat. Escultural en el exterior y ligera en su
interior, Ka House puede definirse como un pacto de madera y cemento, volcado en acentuar una infinidad de formas geométricas en cada uno de sus ángulos. Gracias a la elegante confección de una
fachada de madera en 360 grados, la casa se beneficia de constantes cambios en la decoración gracias al sol y a sus viajes diarios. Proyecciones de luz que van del techo al suelo, Ka House está en continua evolución, marcando el paso del tiempo como un reloj. A ello se presta especialmente
gracias a los tonos crudos de un cemento desnudo y de estilo industrial, un toque contemporáneo para una casa que no tiene nada de tradicional.

Por otro lado, la madera deja paso al cristal en la zona trasera de la casa, para permitir unas vistas de ensueño hacia el lago del distrito Pak Chong, donde se sitúa. Estas puertas son correderas y pueden
abrir la zona común prácticamente en su totalidad, lo que convierte el comedor en una terraza, y el salón, en un solárium frente a la piscina.

Diseño al cuadrado
Si hay algo que consigue una redondez única para acompañar la idea de esta casa es la cuidada selección de muebles y la consciente elección de un minimalismo absoluto en cuanto a la decoración. Al mismo tiempo, los contados muebles se elevan casi a decoración, y cada uno de
ellos merece un tiempo de observación. De dimensiones modestas, los tres dormitorios de la primera planta presentan muebles de construcción, por lo que las estructuras de las camas, mesitas y
armarios fueron tallados a medida. Sin ninguna decoración a la vista más que la propia luz, son los dos cuartos de baño los que resaltan en el espacio. Son en especial vistosos los dos lavabos –uno
cilíndrico y el otro rectangular– hechos también a medida por Idin Architects en piedra artificial. El resto de elementos son de American Standard. También es interesante el diseño de algunos de los muros, que se visten de madera para dar una pátina de calidez.

Por si esto fuera poco, una disposición perfectamente simétrica de pequeños cubos de la misma madera se posa sobre dos paredes perpendiculares en uno de estos cuartos de baño. Matizados
con una letra cada uno de ellos, quizá trazando un mensaje misterioso, se trata de un detalle sorprendente e inesperado que sin duda crea un foco de distensión en un hogar guiado por la lógica.
Una sobria escalera del mismo cemento de los muros conduce a la planta baja, donde se coloca el área común. En general rendidos a la madera en tonos claros, los grises se acomodan en los
sofás y pufs del salón, para casar con los tonos apagados del cemento.

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