Muebles Xey camino del preconcurso de acreedores

La refinanciación de la deuda resulta imposible sin una nueva inyección de los socios

26/05/2017

La dirección de Xey Corporación anunció, hace poco a sus empleados, que las dificultades financieras por las que atraviesa la empresa pueden llevarles a solicitar la entrada en preconcurso de acreedores. Esto se debe, sobre todo, a la falta de acuerdo entre los socios para realizar una nueva ampliación de ...

La dirección de Xey Corporación anunció, hace poco a sus empleados, que las dificultades financieras por las que atraviesa la empresa pueden llevarles a solicitar la entrada en preconcurso de acreedores. Esto se debe, sobre todo, a la falta de acuerdo entre los socios para realizar una nueva ampliación de capital. En el año 2012, con Muebles Xey en caída libre en el mercado y con una deuda de 8 millones de euros, el empresario guipuzcoano Victoriano Susperregui convenció a un grupo directivo y al Gobierno Vasco para tratar de reformar la firma con cuatro décadas de vida. Con ello, se firmó un plan de relanzamiento, con una inyección de capital, y con un objetivo claro: alcanzar los 30 millones en ventas en 2018. A día de hoy, las previsiones no han terminado de consolidarse y vuelven a surgir problemas que amenazan con ahogar a la empresa de forma definitiva. En septiembre de 2015 se consiguió cerrar la nueva ampliación de capital y entró en el accionariado la firma de inversiones Cell Finanzas y LKZ. Todo ello, tras realizarse una ampliación de capital de 2,25 millones de euros. Posteriormente, en marzo de 2016, según Cell/LKZ, se dio una nueva ampliación de capital por un millón de euros, consensuada por los socios y se firmó una línea de circulante por otro millón de euros. Así las cosas, a día de hoy, ni Cell/LKZ ni Egoitz 2005/JF (propiedad de la familia Susperregui), se han mostrado favorables a acometer una nueva inyección para evitar que se tenga que recurrir a declarar el preconcurso de acreedores en las próximas semanas.

El Ejecutivo vasco se ha mostrado predispuesto a cubrir su parte en una nueva inyección de capital, si bien los otros dos socios principales no han asumido ese requerimiento. Por ello, el administrador ha anticipado que, en breve, solicitará el preconcurso de acreedores para tratar de buscar continuidad a la empresa. Suponiendo que Xey Corporación informe al juzgado de que recurre voluntariamente al preconcurso, se abre entonces un plazo de tres meses para negociar con sus acreedores la deuda contraída. Cuando finalice ese periodo, si no se logra un acuerdo, la empresa insolvente tiene otro mes para presentar al juzgado la solicitud de declaración de concurso.

 

 

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