España mejora a nivel macroeconómico, pero se contiene el optimismo en los hogares

GfK presenta su informe Clima de Consumo para Europa del segundo trimestre de 2017.

19/07/2017

España sigue, una vez más, entre los países más optimistas de Europa respecto a sus expectativas económicas y a la cola en disposición a comprar. El estudio GfK Clima de Consumo para Europa, correspondiente al segundo trimestre de 2017, muestra que nuestro país ha cerrado el segundo trimestre de 2017 ...

España sigue, una vez más, entre los países más optimistas de Europa respecto a sus expectativas económicas y a la cola en disposición a comprar. El estudio GfK Clima de Consumo para Europa, correspondiente al segundo trimestre de 2017, muestra que nuestro país ha cerrado el segundo trimestre de 2017 con 25 puntos el indicador de perspectivas económicas, con una mínima variación de dos puntos, por lo que se sitúa tras Francia (49), Alemania (41), Portugal (39) y Países Bajos (33). Sin embargo, no remontamos ni en el indicador de expectativas de ingresos, ni en la disposición a comprar, que se mantiene en valores negativos. El objetivo de este estudio es medir el estado de ánimo de la población, a través de preguntas sobre la percepción de la situación de su país y de su hogar en los próximos 12 meses, comparada con los últimos 12. Así, las razones para este optimismo en las expectativas económicas pueden encontrarse en las buenas perspectivas macroeconómicas para nuestro país, si bien aún existe una importante brecha entre lo que se percibe para la economía del país y lo que se vive en los hogares.

Esta distancia en la percepción se observa, especialmente, en los indicadores de expectativas de ingresos y de disposición a comprar, que no consiguen despegar. Las expectativas de ingresos en nuestro país mejoran ligeramente respecto a los tres primeros meses del año, aunque no suficiente para alcanzar niveles anteriores, cuando se llegó a los 16 puntos (Q4 2016) o incluso a los 31 de finales de 2015. Además, España también se encuentra muy lejos del clima de optimismo de Alemania, del que nos separan 46 puntos. Uno de los factores que más influyen en este indicador es el comportamiento del desempleo. Aunque España lideró la reducción del paro en términos interanuales en Europa, al bajar la cifra de desempleados por debajo de los cuatro millones por primera vez desde febrero de 2009, también volvió a ser el segundo país de la UE con mayor número de parados (17,7%), solo superados por Grecia con un 22,5%. Por ello, el equipo de GfK considera que la calidad del empleo es un motivo importante para que la población en España no se muestre más optimista respecto a sus ingresos o la disposición comprar.

Expectativas de gasto

Precisamente, en las expectativas de gasto (-2), a pesar de haber mejorado el indicador de nuevo dos puntos (de -4 a -2), nuestro país sigue siendo uno de los tres países en negativo de todos los estados  analizados. Por tanto, se mantiene la contención en los gastos de los hogares, tal y como ha venido ocurriendo desde marzo de 2011. Sobre todo, porque junto a la calidad del empleo, otros aspectos influyen en la disposición a comprar, como la inflación y las subidas salariales. El esperado incremento de los precios en los próximos meses y las tímidas subidas salariales que se están produciendo (menos del 1,51% de incremento) no auguran un aumento de las compras a corto plazo.

Por lo que respecta a Europa, en general, nuestros vecinos viven un clima de optimismo en sus previsiones económicas, a pesar de las incertidumbres que plantean ciertas cuestiones como el Brexit, los atentados terroristas, la llegada y acogimiento de refugiados o el clima de incertidumbre política que se ha vivido ante las elecciones en Francia o las próximas en Alemania. De hecho, en 12 de los 16 países estudiados sus expectativas económicas están en valores positivos, si bien destaca que ocho de ellos mejoran con respecto al trimestre anterior, algunos incluso con subidas de más de 30 puntos como es el caso de Francia, país que, además, lidera las expectativas económicas de la región. Junto con Francia, el otro país que mantiene la tendencia al alza es Alemania, cuyo indicador de expectativas económicas mostró el valor más alto en los últimos tres años para el segundo trimestre y situó el indicador en 41 puntos. El caso contrario es el de Italia, donde la población no consigue remontar la visión que tiene de la economía doméstica y vuelve a empeorar sus expectativas. A su lado Grecia, cuya subida de 8 puntos no le saca del penúltimo lugar (-43).

Respecto a las expectativas de ingresos, en general, de los 16 países únicamente cuatro están en negativo (Reino Unido (-2), Bélgica (-8), Italia (-18) y Grecia (-43)). Sin embargo, comparándolo con el  período anterior, ocho países descienden en sus previsiones de ingresos, con caídas entre -11 y -3 puntos, mientras otros ocho presentan subidas. El país que más cae en su optimismo es Bélgica (descenso de 11 puntos) y Alemania rompe su tendencia a la baja con una destacada subida de 17 puntos y sitúa su indicador en 60, el mejor registro desde la unificación. Por el contrario, Reino Unido entra en valores negativos al caer tres puntos y confirma la tendencia en descenso de este indicador.  

Finalmente, en relación a las expectativas de gasto, a nivel general, 13 de los 16 países están en positivo. Sólo España (-2), Reino Unido (-4) y Grecia (-45) cierran el trimestre en negativo. A pesar de este clima de confianza generalizada en Europa, en siete de los 16 se han producido caídas en sus niveles de optimismo. El caso más significativo es el de Reino Unido, que cae 8 puntos y se queda en -4, lo que muestra el efecto Brexit también en la disposición al gasto. Grecia sigue en último lugar, aunque no muestra variación, ya que se mantiene en -45 puntos.

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