En el año 2000, Ingrid de Argila, directora general de Dake, inauguraba su estudio de interiorismo. "En aquella época, la mayor parte del tiempo y de las energías las destinaba a coordinar la marcha del nuevo estudio, pero en aquel entonces también coordinábamos otras tres tiendas más ubicadas en Madrid, Girona y Barcelona", explica. Interiorista de formación, con el tiempo empezó a asumir responsabilidades dentro de este negocio familiar, propiciando que la parte más creativa fuera cediendo poco a poco protagonismo a la parte comercial y de gestión. En el transcurso de estos 15 años, bajo su punto de vista, este sector ha vivido enormes oscilaciones en todos los sentidos. Menciona, entre otros, la adaptación y transformación de los proyectos a las nuevas tecnologías, la aparición de marcas de múltiples orígenes y calidades, la proliferación de tiendas con diversidad de productos, la ampliación incontrolada de los equipos profesionales dentro de los estudios o los crecimientos desbordados de ventas.

"Todas estas circunstancias, sumadas a la súbita e imprevisible crisis económica, pronto empezaron a ceder y a cobrarse sus víctimas. La rápida caída de la demanda propició que todos los recursos invertidos en la época de mayor crecimiento fueran a su vez el motivo por el cual muchas empresas del sector resultaran insostenibles", apunta al respecto. A pesar de haber pasado la peor época, Ingrid de Argila opina que tras esta situación "el sector se ha reforzado y el nivel de profesionalización es ahora inmensamente mayor, con lo cual el pronóstico de futuro es muy optimista".

Nuevo escenario

¿Y en qué ha cambiado el sector en estos 15 años? La directora de Dake responde de forma rotunda: "Prácticamente en todo". "Los equipos se han reducido sustancialmente, las marcas han innovado poderosamente, los estudios o tiendas se han profesionalizado notablemente, los recursos técnicos se han optimizado exponencialmente y aunque la competencia sigue siendo fuerte, es a su vez respetuosa en el entorno de los estudios o tiendas de cocina y de baño que están vinculadas a la realización de proyectos", apunta. En este nuevo y reforzado escenario, Ingrid de Argila augura un futuro esperanzador, "se percibe que la madurez de la que goza este sector ilusiona en general", comenta. Sin embargo, admite que todavía quedan aspectos que pulir: "Hemos de ver qué repercusión generará el encaje de las nuevas tendencias de negocio vinculadas a la creciente aparición de las grandes superficies y de la venta online", asegura.

Para la directora general de Dake las nuevas tecnologías han aportado mucha innovación al sector y hoy en día "permiten que los proyectos que antes se realizaban casi de forma artesanal, hoy se realicen aplicando multitud de sistemas y programas creados específicamente y que han supuesto un enorme avance en los tiempos y la ejecución de los proyectos".