Pese a encarrilar otro ciclo de cifras que no remontan años pasados, el mercado de las encimeras mira al futuro con esperanza y buenos augurios. Así lo demuestran los nuevos materiales que poco a poco piden audiencia en la nueva generación de cocinas, espacios cada vez más sociales, dinámicos y cálidos. En estos tiempos en los que la cocina cobra protagonismo y recupera su rol de quid del hogar, el vidrio busca ser un aliado para usuarios y diseñadores. No es baladí incidir en su buena sintonía con los encargados de dar forma a las cocinas, ya que el vidrio destaca por ofrecer diseños originales y líneas sorprendentes, tanto como detalle en pequeñas encimeras como protagonistas en amplias superficies.

El vidrio tiene todas las claves para dotar a las cocinas de carácter y sofisticación, un pequeño lujo que todavía adolece de los elevados precios de su montaje o transporte. Más práctico es el siempre fiable acero, otra de las grandes apuestas de las novedades en encimeras. Su alta resistencia hace de él un material idóneo para resistir arañazos, altas temperaturas o para conseguir una limpieza en profundidad fácilmente, además de un brillo más constante. Junto con las encimeras de vidrio, ambos materiales supusieron un 5% del total de ventas del subsector en 2013, sin duda una cifra que premia el riesgo y la novedad.

Por otro lado, y luchando por abrirse un hueco en la cocina, la encimera porcelánica sigue llamando la atención del consumidor. Sus ventas todavía no se asemejan al vidrio y al acero, pero poco a poco la porcelana se presenta como un material más terrenal con un gran potencial para el futuro de la cocina. Y aunque es innegable que las ventas han bajado, las 320.000 encimeras de granito y compuestos de cuarzo que se adquirieron en 2013 ponen de manifiesto que la vasta mayoría de consumidores sigue apostando por los grandes clásicos de la cocina. Tras el laminado, el granito y los compuestos de cuarzo, el mármol ha mantenido en 2013 unas ventas dignas aunque reducidas, que todavía se refieren a un cliente que busca un toque distinguido en una cocina poco habitual.

Por lo tanto, y pese a no poder celebrar las cifras, la reinvención de la cocina tiene un aliado fundamental en la investigación de nuevos materiales para las encimeras. Así lo demuestra, por ejemplo, que una de las tendencias para el futuro más próximo sea combinar el cristal con otros materiales, algo a lo que apunta el mayor uso de vidrio en las encimeras. Esto también ejemplifica el estilo sencillo y pulcro que imperará en las cocinas de 2014, donde los electrodomésticos modernos se alinearán con un minimalismo práctico y más opaco que brillante, apelando a una calidez hogareña en la que este espacio ofrezca calor y cobijo entre plato y plato.