Las mamparas son ya un imprescindible de los cuartos de baño en nuestras viviendas contemporáneas. Marcan tendencia porque ocupan poco espacio visual, son muy prácticas y cada vez son más estéticas, más delicadas de diseño y a la vez robustas y seguras. En efecto, se comprueba cada vez más que una de las obsesiones de los diseñadores y fabricantes de mamparas tiene que ver con la ligereza visual de las mismas, donde la tendencia tiene que ver con el gusto por la invisibilidad. Conseguir que pasen lo más desapercibidas posible.

De este modo, se trabaja en buscar diseños minimalistas que aúnen firmeza y seguridad de funcionamiento, en muchos casos con práctica ausencia de perfilería, puertas correderas y opciones para ducha o bañera, incluso para platos cuadrados, rectangulares o versiones semicirculares. Las tendencias más extendidas son la utilización de acero inoxidable, el cristal y los rodamientos a la vista, y diseños que encajan en los baños modernos actuales. Los fabricantes siguen innovando para crear mamparas de calidad, estancas y fáciles de limpiar.

El mercado español de la mampara muestra todas las tensiones y oscilaciones de un sector que, habiendo sido vigoroso, se reubica en un nuevo escenario. Fuertes subidas de ventas junto a dolorosas caídas. Apertura a nuevos mercados al lado del cierre de los tradicionales. Expectativas de mejora combinadas con un escepticismo razonado. Las empresas del sector se reubican sobre la base de las exportaciones, la agresividad comercial, el posicionamiento en nuevos canales y, en fin, la captura de la cuota de mercado de su competencia.

Por su parte, las bañeras, cabinas y columnas de hidromasaje cada vez son más sofisticadas y permiten obtener unos mejores rendimientos, a la par que se adaptan a todos los espacios. Las novedades están pensadas para hacer de los baños un oasis de placer, donde el cliente disfrute al máximo del tiempo que pasa en el baño y se relaje, el concepto de higiene ya no tiene tanta importancia en el diseño.

La crisis detuvo un proceso en el que el hidromasaje estaba dejando de ser un objeto al alcance de solo unos pocos, y ahora toca seguir innovando e incorporando tecnología para volver a ese punto, para intentar democratizar la categoría. Han decidido convertirse en un producto aspiracional, que el consumidor desee y ambicione, creando maravillas del diseño que se adapten a las necesidades y a los sueños de cada uno de nosotros.