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instalación y montaje en cocinas y baños       47 A través de un camino envuelto de oli- vos, divisamos lo que parece una casa al fondo, con las líneas que dibujan su te- jado triangular, escondida entre cipreses, chopos y pinos. Lo que parece ser una caja de madera nos da la bienvenida a un espacio lleno de posibilidades y nacido de la mente creativa de Ramón Esteve. Ubicada en el término municipal de Fontanars, a las afueras de Valencia, esta zona promete grandes terrenos mentales para imaginar, entre sus grandes exten- siones de cultivo. Es por ello que este proyecto reciente ha buscado la máxima integración paisajística y medioambiental, debido a su localización fronteriza entre una zona de pinada y los campos de vid de la finca, lo que propone una práctica disolución en plena vegetación. A ello ha contribuido especialmente la decisión del equipo de arquitectos de desarrollar todo el programa en una sola planta. Esto ha permitido una coherencia en línea recta, un discurso fluido que lle- na de sentido cada uno de los pasos hacia el descubrimiento de este nuevo mundo. También han sido fundamentales los ma- teriales elegidos, que aportan tonalidades coherentes con los alrededores, y se fun- den en una espléndida mezcla sensorial. A por un nuevo concepto espacial La entrada a la vivienda se realiza a tra- vés de una caja de madera, uno de los leit motivs de este proyecto. El espacio central de hormigón forma una zona común fluida a la que se vuelcan el resto de las estancias. En el interior, las vistas quedan enmarcadas en los volúmenes de pino que se clavan invadiendo el espacio central. Al concebirse como una segunda residencia, tanto las cajas como los porches se cierran totalmente cuando la vivienda no está habitada. Según Ramón Esteve, “este refugio rural toma como idea generadora la tipología tradicional de vivienda rural con cubier- ta a dos aguas, para aplicarle un nuevo concepto espacial” . En este sentido, el arquitecto explica que su geometría con- siste en esquematizar la línea perimetral que define la casa tradicional para ex- truirla después, formando una estructura envolvente bajo la cual se ha desarrollado todo el proyecto. Esto que podemos lla- mar “línea-concepto”, convertida en un largo cascarón de hormigón, es lo que en realidad articula todo el programa de esta mágica vivienda. Aunque todo se coloque en una sola planta, este volumen se compone de “dos estructuras monolíticas que forman dos grandes masas diferenciadas por su na- turaleza matérica” , señala Esteve. Si una de ellas es de hormigón blanco, tanto en el interior como en el exterior, ésta queda atravesada transversalmente por unas cajas estructurales, que han sido mate- rializadas como cajas de madera de pino. Un interior con ansias de exterior Estos cubos de madera clara serán tam- bién la puerta de entrada de la luz solar de este paraje profundamente verde. En espacios como el salón, estas aberturas son tan extensas que llegan a convertirlo en una terraza, pues solo un escalón lo separa del aire libre. Una vez dentro, dos elementos se encargarán de esparcir esta Fotos: Mariela Apollonio