IMCB nº144

8 Todo ello ha traído consigo un crecimiento de las importaciones y las exportaciones. Discreto, eso sí, pero crecimiento, al fin y al cabo. En 2022, la industria de mobiliario de cocina alemán volvió a sacar pecho, gracias a lograr un total de 450 millones de euros en su producción respecto al ejercicio anterior, mostrando una evolución que sumó más de 5.400 millones de euros. En positivo también se mostraron las importaciones, un segmento que parece absolutamente recuperado del revés que supuso el parón del coronavirus. Tanto es así que los fabricantes facturaron más de tres millones de euros en 2022 respecto al año anterior, lo que se tradujo en unas ventas de 57 millones de euros, frente a los 54 de 2021. Un dato que ha superado con creces los 49 millones de euros que se recaudaron en 2020. Aunque, sin duda, el plato fuerte del mercado de muebles de cocina alemán son las exportaciones, un terreno donde no llegó a flaquear tampoco en el año de la pandemia. De hecho, el envío de sus productos fuera de las fronteras germanas ha mantenido su aumento progresivo año tras año. En concreto, registraron 1.847 millones de euros en el año 2020, y un total de 1.872 millones de euros en 2021. Pero al igual que la producción y las importaciones, el pasado 2022 supuso un punto de inflexión para las exportaciones, cuantitativamente hablando. No en vano, la evolución del mercado de muebles de cocinas en Alemania el pasado 2022 alcanzó una cifra redonda, con esos 2.022 millones de euros, es decir, 150 más respecto al periodo anterior. Diseño y funcionalidad Junto al hormigón, la piedra u otro tipo de materiales, en los últimos tiempos la naturaleza ha entrado de lleno en las casas, dando lugar a rincones especiales y 100% naturales. Se juega con las formas de la naturaleza, los distintos colores, la vegetación y el uso de la madera más noble y auténtica. El objetivo es crear espacios con luz, alegría y armonía para obtener bienestar y calma también en la cocina. Por lo tanto, en estos espacios destaca la decidida apuesta por la sostenibilidad, con una tendencia clara hacia cocinas que integran zonas totalmente respetuosas con el medioambiente, usando las energías renovables, la promoción de la movilidad eléctrica, muebles fabricados en materiales que no dañan el entorno y electrodomésticos que consumen menos energía. Por otro lado, uno de los puntos fuertes en las cocinas alemanas es la innovación tecnológica, en lo que a materiales se refiere, lo que les permite ser duraderas y fiables. Toda una serie de cualidades que han permitido que el mueble de cocina alemán tenga un sitio predominante en todo lo que tenga que ver con la decoración, los electrodomésticos, la comodidad y la evolución del sector de las cocinas a lo largo y ancho del planeta. El diseño alemán en general puede reconocerse fácilmente por sus marcadas características, tanto en sus líneas depuradas como en el uso de colores neutros y naturales, en contraste con otros más vanguardistas. De ahí que haya sido importado y copiado por todo el mundo, algo similar que lo que ocurre con el mobiliario. En este sentido, las cocinas alemanas destacan por su estilo sobrio, con líneas ordenadas, modernas y extremadamente elegantes, y en donde se presta especial atención a los pequeños detalles como los herrajes, la calidad de los acabados, la durabilidad de los materiales o el cuidado del interior del mueble. Unos precisos detalles que hacen que el conjunto de la cocina de estilo alemán se adapte a las necesidades de la familia que habita el hogar, pues no se trata de espacios de tránsito o dedicados únicamente a cocinar, sino que van más allá, convirtiéndose en centros de reunión y de experiencias gastronómicas, momentos para compartir con la familia o los amigos. De ahí que se tengan muy en cuenta aspectos como la practicidad en la fabricación de sus muebles, electrodomésticos accesorios y elementos complementarios. Otro de los aspectos a destacar es su enorme capacidad de adaptación, ya que ha sabido combinar las nuevas tendencias en diseño o decoración con mejoras e innovaciones tecnológicas. Lo cual ha permitido que las exportaciones de muebles de cocina alemán sigan su tendencia al alza. Relativamente grandes, un hecho que no impide que destaquen, asimismo, por el aprovechamiento del espacio, la ergonomía, la sencillez y la funcionalidad de los componentes (pensados para hacernos la vida más fácil), las cocinas alemanas se caracterizan también por la utilización de materiales de calidad que aseguran una mayor durabilidad. Aquí prima la madera para la fabricación del mobiliario y el acero para componentes y herrajes. Todo ello permite contar con espacios muy prácticos y funcionales, y que pueden adaptarse con facilidad tanto a los ambientes más tradicionales como a los más minimalistas. Por lo que respecta al diseño, en las cocinas alemanas prevalecen las líneas rectas y suaves, lo que les otorga un aspecto moderno y elegante, que no pasa nunca de moda. De tal manera que podemos afirmar que los muebles de cocina alemanes son considerados como uno de los muebles más atractivos y completos del mundo. Gracias, entre otros aspectos, a un diseño definido, funciones diferenciadas y un mobiliario que sirve para diferentes usos al mismo tiempo.

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