La cocina alemana, crecimiento sostenido

Como una gran roca, fuerte y resistente. Así es la industria del mueble de cocina alemán. Su secreto es adaptarse a las circunstancias, reaccionar y compensar los resultados con las elaboradas estrategias que solamente un sector con tanta historia es capaz de llevar a cabo.

27/07/2015

Los datos de la industria alemana no dejan lugar a dudas: se trata de un sector prácticamente invencible a cualquier tormenta, ya sea nacional o internacional. En 2014 rozó el 2% de crecimiento hasta los 4.275 millones de euros. Demuestra la fortaleza de una industria que resiste muy bien a ...

Los datos de la industria alemana no dejan lugar a dudas: se trata de un sector prácticamente invencible a cualquier tormenta, ya sea nacional o internacional. En 2014 rozó el 2% de crecimiento hasta los 4.275 millones de euros. Demuestra la fortaleza de una industria que resiste muy bien a los cambios de la economía, a las tendencias entre los consumidores de todo el mundo. 
 
El alemán es un pueblo ahorrador y prudente, que prefiere esperar al mejor momento para reformar o comprar. A esto hay que sumar su convicción de que es mejor adquirir un producto tan importante como una cocina cuando se puede pagar algo más y obtener un modelo de mayor calidad.
 
El primer semestre del 2014 fue uno de estos momentos en los que el alemán recobró la fe en la economía y se lanzó a comprar cocinas. El crecimiento fue del 3% en esos momentos, y se frenó hacia finales del año hasta cerrar el ejercicio con un nada desdeñable plus del 1,4%. Además, como asegura la empresa dedicada a los estudios de mercado GfK, los alemanes invirtieron más en cocinas de gama media-alta y alta. Según GfK, la facturación para los distribuidores especializados en muebles y en cocinas hubo crecido cerca del 8% hasta el cuatro trimestre del 2014.
 
El lacado fue la tendencia que volvió con mayor fuerza al mercado, al crecer un 30% en 2014. Sobre todo el alto brillo, olvidado en las últimas temporadas en pos de los materiales más sobrios y naturales, fue un caballo ganador para los alemanes. De hecho, un 80% de los compradores de cocinas se decidieron por una cocina en alto brillo, con un precio medio de 10.000 euros, un 50% más alto que el precio medio de todas las cocinas vendidas.
 
Vuelven los mercados tradicionales
Aunque la evolución del mercado alemán fue en 2014, como vemos, muy buena, no se trata del único que le dio alegrías al sector. Las ventas en los Países Bajos, por ejemplo, crecieron un 2% en los primeros meses del año. Un dato muy esperado por las firmas alemanas, para las cuales este mercado es muy importante y que han tenido que ver cómo en los años de crisis las ventas habían caído drásticamente.
 
Otro mercado que ha vuelto al universo de la exportación alemana es Bélgica. El comercio creció un 6% en los primeros meses del 2014. Si tenemos en cuenta que Holanda es el segundo país más importante para la exportación de cocinas alemanas, y Bélgica el tercero, podremos entender la gran importancia que tienen estos crecimientos para el total de la industria alemana.
 
Otros mercados importantes y muy perjudicados en los últimos años son el británico, el español y el ruso. Según datos de la asociación alemana de la cocina VdDK, el primer semestre se cerró con un crecimiento de un 14,5%, un 19,7% y un 11,3%, respectivamente.
 
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