El hidromasaje frena su caída

Aunque todavía no se puede hablar de mejoras, esto no significa que el 2014 fuera un mal año para esta industria, ya que se puso freno a una caída que parecía no tener fin.

03/09/2015

Prácticamente la mitad. Es lo que queda del mercado del hidromasaje con respecto al 2011. Si en aquel año, el mercado aparente suponía 108 millones de euros en España, en 2014 fueron tan sólo 55 millones. Una bajada en picado del 49% en apenas cuatro años, un gran golpe para ...

Prácticamente la mitad. Es lo que queda del mercado del hidromasaje con respecto al 2011. Si en aquel año, el mercado aparente suponía 108 millones de euros en España, en 2014 fueron tan sólo 55 millones. Una bajada en picado del 49% en apenas cuatro años, un gran golpe para un subsector que había crecido como la espuma en la época precrisis.
 
No obstante, el 2014 no merece ser juzgado como parte de esta espiral de pérdidas; más bien, merece ser recordado como el año en el que se redujo considerablemente la velocidad de la caída, posiblemente como la antesala de la vuelta al crecimiento. Y es que en 2013, el mercado aparente ya movía solamente 60 millones de euros, con lo que la bajada en 2014 fue de un 8%, mientras que el descenso de 2012 a 2013 había sido de un 25%.
 
Este frenazo es el resultado de la suma de las circunstancias internas y externas del sector. Por una parte se debe a la mejora de las economías de algunos hogares, que llevaban posponiendo la reforma de su baño tanto tiempo que han decidido añadir un plus a sus proyectos. La cultura del wellness y de las distintas terapias se han ido introduciendo y popularizando en los últimos años gracias a la proliferación de balnearios, spas, hoteles y gimnasios, que han acercado estos tratamientos, antes reservados a unos pocos privilegiados, al público general.
 
Los fabricantes han creado bañeras, cabinas y columnas de hidromasaje cada vez más sofisticadas y adaptables a todos los espacios. Los teclados neumáticos han pasado a ser digitales, se han incorporado jets dorsales, bañeras más ergonómicas y una serie de accesorios como apoyacabezas, manetas y banquetas. En cuanto a la estética, ha desaparecido la perfilería intermedia y se ha optado por un diseño cada vez más europeo.
 
Otra gran tendencia del 2014 es el minimalismo; algo que se materializa en la reducción de las dimensiones de los componentes de hidromasaje, hasta el punto de ser prácticamente invisibles. Los jets y los mandos, cada vez más sofisticados y potentes, son, sin embargo, marcadamente discretos. Es, sobre todo, en las columnas donde la discreción es total. Si bien en sus inicios los modelos pretendían llamar la atención sobre sí mismos, ahora se lucha por ofrecer la mayor pureza formal.
 
En cuanto a los materiales, las firmas han optado por incorporar los materiales nobles, como el cristal, el acero y la madera, como signos de lujo. Y es que el hidromasaje no debe perder ese halo de lujo y sofisticación que hace de él un producto al que aspirar, un capricho con el que soñar. 

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