Valentinas & Coffee, una singular cafetería con mosaico de vidrio de Hisbalit

La cafetería, diseñada por Estudio Arze, es un compendio de pequeñas delicias de todos los gustos y colores.

17/02/2016

Hisbalit está presente en la singular cafetería Valentinas & Coffee, situada en el madrileño barrio de Malasaña. El proyecto, desarrollado por el estudio alicantino Arze, es un nuevo concepto de cafetería cuyo nombre hace honor a los deliciosos bocaditos dulces, en forma de minicupcake, que se comen de un bocado. Las ...

Hisbalit está presente en la singular cafetería Valentinas & Coffee, situada en el madrileño barrio de Malasaña. El proyecto, desarrollado por el estudio alicantino Arze, es un nuevo concepto de cafetería cuyo nombre hace honor a los deliciosos bocaditos dulces, en forma de minicupcake, que se comen de un bocado.
 
Las Valentinas tienen una base de bizcocho esponjoso, están cubiertas de un frosting o buttercream y están decoradas con unos toppings como frutos secos o virutas de chocolate. Por ello, el obrador de la cafetería se encuentra totalmente integrado en el local y es allí donde se produce la magia permitiendo ver cómo se crean estas delicias. Asimismo, la estética atrevida ha sido la premisa seguida por el Estudio Arze a la hora de llevar a cabo el proyecto, pues el objetivo era “ofrecer algo fresco y lleno de color”. De esta manera, para conseguir dichas sensaciones el estudio trabajó con mosaico en formato hexagonal, el formato estrella de Hisbalit, en colores amarillo y blanco, que se van degradando, de mayor a menor intensidad, según se aleja o acerca a la zona de mesas. El objetivo era que el color estuviese en la zona de las mesas y que el blanco predominase en el mostrador de las Valentinas, para que destacase su variado colorido. Las teselas escogidas han sido de la colección Unicolor de Hisbalit. 
 
La idea de utilizar este mosaico de vidrio surge por la amplia gama de colores, acabados y formas que ofrece la firma, así como por las opciones de personalización, gracias al servicio de personalización Art Factory. Además, el hecho de que el mosaico de Hisbalit tenga tan solo 4 mm de espesor y pueda instalarse sobre otras superficies, fue importante ya que no hizo falta demoler paredes ni suelos existentes. Para romper con el diseño, el estudio eligió un mobiliario hecho a medida. Las mesas fueron creadas con madera reciclada que aportaba calidez y textura al local. Las sillas las adquirieron en El Rastro de Madrid y lijaron y pintaron de diferentes colores. Los techos altos les hicieron pensar en una forma divertida de jugar con la iluminación  y para ello colocaron unas lámparas redondas que potenciaban aún más el lugar de fantasía.

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