Un corazón que late en amarillo

A+K III Sao Paulo II es el resultado del trabajo entre Studio MK27 y Leicht, un placer doméstico hecho realidad.

01/07/2016

Con el proyecto "Leicht en el centro de la arquitectura moderna", varios arquitectos internacionales han dado forma a viviendas de ensueño, en las que la cocina se convierte en el centro indiscutible de la casa, el centro de la vida que define. Así es como estos arquitectos respondieron a la ...

Con el proyecto "Leicht en el centro de la arquitectura moderna", varios arquitectos internacionales han dado forma a viviendas de ensueño, en las que la cocina se convierte en el centro indiscutible de la casa, el centro de la vida que define. Así es como estos arquitectos respondieron a la pregunta de 'qué importancia tiene la cocina en los edificios que ellos planifican'. Pero cada cocina es diferente, tan individual y especial como los habitantes de cada casa. Según explican desde la firma, “hay una razón por la que muchos de los diseñadores que trabajan a nivel internacional diseñan la cocina con Leicht”, donde se entiende la personalidad de cada arquitecto y se posibilita “un ajuste armónico de la arquitectura de la cocina en su forma, color y material a las necesidades de los habitantes y a la concepción de la arquitectura del edificio”. Para la tercera edición de esta iniciativa, la firma ha vuelto a aliarse con arquitectos de renombre internacional, y los hogares que han resultado de esta colaboración se asientan ya en Taiwán, Milán o en Sao Paulo, donde uno de los proyectos más interesantes es obra de Studio MK27, y en particular de los arquitectos Marcio Kogan y Diana Radomysler.
 
Una dinámica sencillez
 
En A+K III Sao Paulo II, la cocina sin duda toma el corazón de la casa. Como en el resto de la vivienda, la cocina transmite frescor y ligereza y es de algún modo un espacio discreto y sencillo. Sin embargo, su explosión de color capta la atención desde el primer minuto, gracias a sus dos conjuntos de estanterías pintadas de un amarillo vivo. En Leicht creen que el mobiliario gana en expresión y vitalidad mediante la combinación de colores y materiales, y a través de conseguir características táctiles diferenciadas. Así, “la autenticidad y naturalidad son aspectos fundamentales de la arquitectura en una cocina moderna”, tal y como entienden en Leicht. Studio MK27 decidió subrayar el amarillo al contrastarlo con diferentes tonos de gris, que casan a la perfección con los electrodomésticos Gaggenau, en acabado de acero inoxidable. También en color acero –específicamente en Axor Stark– se presenta la grifería Hansgrohe, mientras que la alargada encimera y sus dos fregaderos incluidos apuestan por el gris serena que firma Quarella. Como buena corona, el gris marengo vigila todo el espectáculo de colores desde el techo, donde tres elegantes lámparas cuelgan, creando una fila con la campana extractora de doble salida. También se apuntan al juego de la cocina los tonos en madera natural, que se distribuyen en algunos elementos decorativos y en cuatro taburetes muy contemporáneos, que crearán un vínculo con otras piezas del mobiliario en madera, en especial en el salón. En él, destacan la mesa comedor y sus bancos, las bellas estanterías y mesitas o la original lámpara de pie.
 
 
Una cocina conectada para una casa que bombea
 
Aunque la cocina está casi encerrada en el centro de la planta baja, mantiene una intensa relación con el exterior, gracias a las grandes ventanas hasta el suelo. Con su amplia superficie de trabajo, sus aparatos de alta calidad y sus soluciones de almacenamiento fácilmente accesibles, se ha conseguido crear un espacio en el que se puede cocinar con abundancia. Además, supone una zona autónoma en el edificio, al igual que el salón o el comedor. Respecto al interior, la cocina se encuentra conectada con las habitaciones de servicio, además de con la bodega, inmediatamente situada junto a ella. Era importante reflejar por qué una cocina es el corazón del hogar, el espacio por el que pasan todos sus habitantes y que supone un nexo común. Es por ello que la cocina se encuentra también de camino a este salón tan lleno de detalles, en el que coexisten dos ambientes gracias a dos sofás colocados uno detrás del otro. Sin tener que ir muy lejos para encontrar un denominador común, todo el salón se encuentra rodeado de estanterías llenas de libros, lo que da una pátina de calidez y de tranquilidad.
 
Todo lo necesario... ¡y más!
 
Originariamente, esta vivienda de dos pisos realizada en hormigón macizo data del año 1999, y contó posteriormente con una ampliación con la que acabó midiendo 700 metros cuadrados. El edificio se encuentra en un terreno de 1.700 metros cuadrados, incluye un estudio de música y dispone de una zona independiente accesible para el personal de servicio. Entre la cocina y la zona de servicio hay un patio íntimo equipado con muebles de salón, mientras que sus propietarios disfrutan de la vida en la gran zona con la biblioteca colindante. Fue importante planificar los momentos en los que esta casa sería compartida entre los dueños y sus invitados, sin duda una de las grandes ventajas de contar con un espacio tan amplio. Es por ello que el estudio debió cuestionar especialmente el salón, y si éste estaba preparado para cada momento, para leer, escuchar música, o estar cómodamente con invitados: los propietarios deseaban un espacio abierto amueblado de forma seductora y desenfadada, y al mismo tiempo con carácter de salón. Sin embargo, ya sea el salón, comedor, estudio u otras zonas de trabajo, lo que caracteriza esta residencia brasileña es que los espacios separados “tienen asignadas sus funciones y solamente se unen ahí, donde la altura del espacio se extiende por todo el edificio”, señalan los arquitectos. En la planta baja, junto al estudio de grabación, se encuentra un segundo estudio que está unido con la planta superior por una escalera filigrana, donde los propietarios han creado también un ambiente de salón muy acogedor.
 
Otro de los deseos de los habitantes era poder generar una continuidad entre el interior y el exterior, debido a que las temperaturas agradables permiten abrir la casa hacia el exterior todo el año. Por este motivo, decidieron abrir las ventanas hasta el suelo, que ofrecen una vista hacia las zonas verdes y la piscina. En el bello mobiliario exterior destacan los asientos de color antracita, que armonizan con el cemento. En ellos, los propietarios pasan su tiempo mientras leen o intercambian impresiones con sus invitados. La zona está conectada directamente con el vestíbulo, pero está totalmente separada del comedor y de la cocina.
 
A través de esta iniciativa de Leicht, Kogan y su equipo han comprendido el trabajo de la firma de crear cocinas de alta calidad, espectaculares para la vista y originadas mediante una lograda combinación entre todos sus componentes: materiales, color, arquitectura y luz. “Los amantes de las cocinas pueden pueden sentirse realizados con cocinas Leicht, no ponemos límites a las planificaciones individuales de cocinas”, aseguran sus responsables, para quien una cocina siempre ocupará el punto central de la vida doméstica.

Cookie Consent

This website uses cookies or similar technologies, to enhance your browsing experience and provide personalized recommendations. By continuing to use our website, you agree to our Privacy Policy

Nuestros Podcasts