Con el continuo crecimiento de la tecnología, las posibilidades que IoT (Internet de las Cosas), va a ofrecer a la sociedad en el futuro cercano y lejano son enormes. Tanto es así que IHS prevé que este mercado de Internet de las Cosas crezca hasta sobrepasar 30 millones de dispositivos en 2020 y 75 millones en 2025. En este sentido, cabe destacar que, dentro del IoT, hay un tipo de soluciones que está ganando cada vez más adeptos, como son los dispositivos de geolocalización. Estas unidades funcionan principalmente mediante la "digitalización" de elementos, de modo que se crea un sistema que permite controlar prácticamente todos los objetos personales. “La idea es poder delegar en la tecnología la obligación de recordar dónde están ubicados nuestros objetos personales. Hace unos años recordábamos todos los números de teléfono, en cambio ahora confiamos esta tarea en nuestros smartphone”, apunta Christian Johan Smith, presidente y cofundador de TrackR. Esta compañía apuesta por la geolocalización a través de la voz. El equipo trabaja junto a Amazon para mejorar el asistente virtual de voz Alexa. “Esta herramienta ayudará a encontrar tus objetos con tan solo preguntar en voz alta”, señala el fundador de TrackR.

Otro ejemplo de IoT son los smartwatches, que ofrecen la posibilidad de usar un smartphone completamente funcional en la muñeca para hacer llamadas, programar citas o leer las noticias. También existen ya dispositivos conectados en casa que permiten controlar la temperatura del hogar, asegurarse de que las luces están apagadas o incluso para recordar donde están las llaves antes de salir de casa. Internet de las cosas (IoT) ya ha cambiado la forma de vivir, trabajar e interactuar de gran parte de la sociedad y el número de dispositivos conectados no para de crecer. El principal objetivo de IoT es poder aprovechar Internet para que objetos se comuniquen con las personas y entre sí. Finalmente, las futuras plataformas IoT ofrecerán una comunicación eficaz entre una gran variedad de dispositivos y permitirán a los consumidores aprovechar estas ventajas. Según el fundador de TrackR, cuando la tecnología llegue a una madurez en la que los usuarios pueden asumir su utilidad, "la humanidad será libre de especializarse en otras áreas, del mismo modo que la automatización de la granja permitió a mi abuelo en Kansas asistir a la escuela de medicina”, concluye.