Muchos son los proyectos que pasan de moda rápidamente, o que fatigan en poco tiempo a sus habitantes. Es por ello que los arquitectos de Dreamdesign buscaban crear un interior que no estuviera de ningún modo ligado a las últimas tendencias, algo que pudiera ir más allá del tiempo. Los aliados fundamentales para esta tarea fueron los materiales naturales, objetos de diseño y un juego de sombras, de colores y texturas. Maison de Charme se localiza entre un bosque cercano a Kiev, la capital ucrania. Sus fachadas están hechas de madera natural y piedra en tonos grisáceos, buscando una conexión directa con su contexto. "Algo básico era que el espacio correspondiera con sus alrededores, pero que a la vez mantuviera un toque dinámico", nos cuenta el despacho. En este sentido, los autores evitaron añadir detalles en exceso y partir de un diseño moderno, elegante y ligero.

Abrirse al mundo
Si algo define todo tipo de espacios modernos –de hogares a oficinas– es su apuesta por el open space, espacios abiertos que permiten una fluidez y una ligereza únicos, ampliando al máximo las posibilidades de los espacios más reducidos. Éste fue el punto de partida de Maison de Charme, diseñada como un gran open space con techos altos y un área cuadrada alargada que permitió
jugar con la escala, las proporciones y la geometría. Así, el primer elemento que llama la atención en el salón son los espléndidos techos, de una altitud imponente para acomodar una chimenea  espectacular. Para añadir este carácter que los diseñadores buscaban se valieron de una paleta de color compleja a la hora de elegir los textiles, mobiliario e iluminación. Así es como consiguieron
inyectar sus tonos buscados, "azul grisáceo, menta suave, azul oscuro, tabaco y tonos de canela".

Durante el día, este espacio público se baña de la luz del sol que entra a través de enormes ventanas, mientras que durante la noche, la luz procede de unas elegantes lámparas de cristal obra de Murano, que penden de largas suspensiones. Por otro lado, uno de los detalles más mimados del diseño son las puertas correderas que separan la cocina y el comedor, lleno de elementos customizados por el propio estudio. Por una parte de cristal, por el lado del salón están cubiertos por
unos coloridos triángulos de cobre. El delicado trabajo de decoración da a los materiales clásicos un nuevo sentido, y una "exquisitez moderna", tal y como aciertan a definir desde Dreamdesign.