Un incremento de la facturación total del 6% en un año, hasta alcanzar los 533 millones que supone el tercer año de aumentos encadenados es, más que una señal, una clara  evidencia de que la industria de la encimera ha conseguido despegar. Hace ya mucho tiempo que este subsector se ha merecido los elogios de los expertos. Gracias al tesón de unos empresarios que no se rinden nunca, a la imaginación y creatividad de unos diseñadores a quienes no se les acaban las ideas, al ingenio de aquellos científicos que han investigado los materiales para mejorarlos cada día, y la profesionalidad de los trabajadores que han producido unas encimeras de una altísima calidad, gracias a todos estos equipos humanos que lo han dado todo, la encimera ha dado un salto cualitativo impresionante en la última década.

Buena evolución desde 2014

Lo único que no respondía era la economía. Las cifras eran tozudas y no querían remontar. Sin embargo, la situación cambió en 2014, primer año en el que las caídas se frenaron y la facturación logró entrar en los números positivos. Entonces llegó el optimismo. Primero, muy tímidamente, ya que la subida fue de un 0,4% entre 2014 y 2015. En 2015, la esperanza cobró más fuerza. Aquel año, la facturación se incrementó en un 7%. Quedaba por comprobar si se trataba de un espejismo o de una tendencia ascendente duradera. Pues bien, en 2016, la facturación volvió a crecer, prácticamente al mismo ritmo que en el año anterior. En total, en dos años, el sector de la encimera ha pasado de los 469 millones de euros facturados a un total de 533 millones.

Evolución desigual

Estos datos, sin embargo, no son igual de positivos para todos los fabricantes de encimeras, ni mucho menos. Mientras que los compuestos siguen su carrera imparable, hay otros materiales para los que crecer no es tan sencillo. El ejemplo más claro es mármol, atascado desde hace temporadas en torno a los 50 millones de facturación, y que, en 2016, vio descender ligeramente esa cifra hasta los 49 millones de euros. El postformado laminado fue otro de los materiales para los que el 2016 no fue un año demasiado memorable. De hecho, también decreció, en este caso por valor de un millón de euros, hasta situarse en los 23 millones de facturación. Se trata de un 4% menos que en 2015, y representa una vuelta al valor del 2014.