Este jueves Roca ha dado el pistoletazo de salida a su ciclo de mesas redondas abiertas al público que tiene a la mujer como centro. "Espacios para arquitectas. Conversaciones en torno a la realidad", que se celebrará a lo largo del primer semestre del 2018 en el Roca Barcelona Gallery, es el lema de esta edición que espera cosechar tanto éxito como la primera, que se realizó en Roca Madrid Gallery en el 2014-2015.

En este primer encuentro, el punto de encuentro de las ponentes ha sido la Evolución del papel de la mujer en la arquitectura. Han inaugurado el evento las dos comisarias del ciclo, Martha Thorne y Diane Gray, quienes han destacado "que nos encontramos ante una compleja situación", por lo que este ciclo intentará arrojar luz para "entender en qué punto estamos". Ambas han recalcado que, aunque nos encontramos más mujeres en las aulas de arquitectura que hombres, "todavía están sufriendo muchas más barreras que no tienen que ver con su capacidad y sus habilidades. Son barreras estructurales, de la organización, que conllevan una infrarepresentación de las mujeres en la arquitectura y en la sociedad".

La primera en tomar la palabra ha sido Bet Capdeferro, arquitecta fundadora de Bosch Capdeferro Arquitectura, quien ha destacado la educación como papel fundamental: "La educación tiene mucha relevancia en la generación y preservación de cualquier modelo de sociedad al que aspiremos. Estoy convencida de que solamente a través de la educación podremos llevar una lucha contra los estereotipos que empequeñecen nuestra evolución como humanidad".

Por su parte, la arquitecta fundadora de Arquitectura Felip Camps, Olga Felip, ha querido lanzar tres mensajes. El primero, la importancia del entorno. El segundo, el reto de no tener que elegir. "Somos profesionales y madres. Afrontamos esta doble condición con ilusión, a menudo andando al borde del heroísmo porque hoy en día sigue resultando difícil compatibilizar las dos realidades. He podido elegir no elegir", ha subrayado la arquitecta, quien luego ha añadido su tercer mensaje, que ha sido un consejo: "Ante la discriminación por condición de género, no mires hacia otro lado, no lo dejes pasar".

"Estoy harta de escuchar hablar de la integración de las mujeres en la sociedad. Nosotros somos constructoras de nuestro país, no nos tienen que integrar, lo tenemos que construir". Así de clara se ha mostrado Beth Galí, arquitecta fundadora de BB+GG Arquitectes, quien también ha resaltado que la mujer es la que acusa más los momentos y los movimientos políticos.

Marta Pelegrín, fundadora del Estudio de Arquitectura MEDIOMUNDO, ha compartido con el público su visión de la arquitectura: "Entiendo la arquitectura como una disposición. Esta libre elección implica reafirmarnos en una situación de autonomía, de tener los tiempos elegidos. Pero también implica riesgos, poner nuestra vida a trabajar. Las mujeres hemos normalizado nuestra incorporación a la vida productiva desdoblándonos, no sistituyéndonos. Producimos y mantenemos, lo que ha llevado a cierta precarización de nuestra vida". Llegados a este punto, Pelegrín ha comentado que "lo que es necesario realmente es un cambio de paradigma que necesita que se den tres cosas: resistencia, revuelta y una atención a las prácticas constituyentes" y ha considerado que "los arquitectos estamos entrenados para conseguir trabajar sobre este cambio de paradigma. Estamos entrenadas, tenemos una posición clave y eso conlleva una responsabilidad". Para la experta, resistencia implica tener una mirada crítica; revuelta, volver sobre nuestros pasos, recuperar datos, reconocerlos y generar otros relatos posibles; y atención a las prácticas constituyentes, "estar al tanto de dónde se producen otras formas de hacer urbanidad, ciudadanía, marcos familiares, empresariales, etc".

¿Hemos avanzado?

Bet Capdeferro ha proseguido, asegurando que "curiosamente tenemos la sensación de que hemos avanzado más de lo que lo hemos hecho". Si bien es cierto que están cambiando algunos roles en la sociedad, todavía hay determinados patrones establecidos. "Es importante que, como mujeres, nos comprometamos en cambiarlo".

Un punto común a lo largo de la mesa ha sido la evolución del trabajo en arquitectura. "Ahora trabajamos de una manera muy diferente a la de antes. Antes terminabas la carrera, cogías experiencia en un despacho y luego creabas tu propio. Ahora se trabaja más en grupos y en empresas. La manera de trabajar en los despachos ha cambiado, ahora hay extranjeros, hombres, mujeres, jóvenes, mayores", ha comentado Beth Galí, y ha añadido: "Antes parecía que la arquitectura tenía tener un autor. Ahora ya no trabajan en un edificio de viviendas, sino en en la multiciplidad, en un tejido y muy concienciados de que tienen que trabajar con la sociedad que lo habita. Son nuevas formas que van a favor de esta mezcla de igualdad y de igualdad de oportunidades". Beth Galí también ha señalado que, desde su perspectiva, en España todavía andamos algo alejados de Europa. "Haber pasado una dictadura nos ha retrasado mucho; igual que tantos años de crisis", ha detallado. Al respecto, Bet Capdeferro ha querido ser algo más optimista y presentar las crisis como oportunidades para plantear las cosas de una manera nueva: "Tendríamos que replantearnos nuestra cultura del tiempo". Algo que va muy asociado con las nuevas tecnologías según la arquitecta. "Esta virtualización de la vida nos conduce a una situación muy curiosa: aumento de tensión en muchos ámbitos de trabajo y familiares. Y disminuye la capacidad de reflexión y empática. Cosa que dificulta la conciencia de todas las formas de diversidad. Debemos reivindicar muy firme para construir una nueva cultura del tiempo donde todos seríamos beneficiados y nos permitiría seguir militando en la cultura y el pensamiento".

Olga Felip ha aprovechado para sacar el tema de la compatibilización de vida laboral y profesional. "Es una cuestión del equipo, no solo de nosotras", ha matizado. De acuerdo con ella se ha mostrado Marta Pelegrín, quien ha recalcado que "hay la necesidad de reconocerse a cada uno más en su tiempo. El tiempo, en el fondo, se atesora. Cuando uno ha construido su tiempo, lo atesora, y eso hace que la rueda funcione mucho mejor". También ha querido resaltar la necesidad de incrementar "la capacidad de asumir riesgos, de asumir la autonomía de cada uno. Yo creo que la arquitectura compensa esta situación de duda, de no encontrarse, de fragilidad, de no reconocerse, de no ser un patrón".

Finalmente, Bet Capdeferro ha querido refutar dos dicotomías. "Por una parte, me niego a aceptar que el arte y la ciencia no evolucionan de la misma manera. Por otra parte, no hay que aceptar que la mujer es el no hombre. La mujer es la mujer".