Los fabricantes vuelven ahora su mirada al extranjero en busca de nuevas oportunidades para seguir creciendo. Haber superado por primera vez la marca del 40% de cuota de exportación parece una buena señal. El sector del mueble de cocina alemán tiene el secreto para sortear cualquier crisis, y lo ha ...
Los fabricantes vuelven ahora su mirada al extranjero en busca de nuevas oportunidades para seguir creciendo. Haber superado por primera vez la marca del 40% de cuota de exportación parece una buena señal. El sector del mueble de cocina alemán tiene el secreto para sortear cualquier crisis, y lo ha demostrado en los últimos ocho años. Ha sabido aferrarse a su mercado propio cuando los demás no le ofrecían seguridad, convenciendo a los alemanes de que una cocina es una buena inversión en todos los sentidos. Su mercado respondió muy bien, confiando en el made in Germany más que nunca y atreviéndose a invertir sus ahorros en algo tan tangible, duradero y útil como una buena cocina.
Sin embargo, el 2017 puede marcar una inflexión a este respecto. Y es que la cifra de facturación en los primeros seis meses del año apunta a un decrecimiento del - 4,1%, según la Asociación de la Industria Alemana del Mueble de Cocina (VdDK), que encuentra en la saturación del mercado alemán la mayor causa para esta evolución. Los compradores germanos que podían invertir en una cocina, ya lo han hecho en los últimos años, algo que, unido a la gran durabilidad del mueble alemán, hace que el mercado se encuentre saturado.
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