Colores pastel, metal y mucha naturaleza

Los tonos como el rosa pálido, el amarillo paja, o los verdes y azules serán los protagonistas indiscutibles del mueble de baño en el 2018. Combinan perfectamente con las texturas naturales que inundan la estancia, y con los herrajes.

12/03/2018

El blanco que conquistó -reconquistó- el baño en temporadas anteriores, herrajes metálicos que dan el toque final al conjunto. Un color que aporta alegría a la decoración, pero sin ser demasiado estridente: los tranquilos y suaves tonos pastel son tendencia, no solo para elementos como los azulejos, las paredes pintadas ...

El blanco que conquistó   -reconquistó- el baño en temporadas anteriores, herrajes metálicos que dan el toque final al conjunto. Un color que aporta alegría a la decoración, pero sin ser demasiado estridente: los tranquilos y suaves tonos pastel son tendencia, no solo para elementos como los azulejos, las paredes pintadas o los suelos, sino también para el mueble de baño.

Es una opción que, como decíamos, aporta frescura y alegría a los fríos tonos blancos y grises, pero sin perturbar la paz de un espacio que, cada día se convierte más en una zona de relax frente al frenético día a día. Entre estas tonalidades suaves destacan los rosas pálidos y los verdes, como el verde agua o el verde esmeralda. Este último grupo, el de los verdes, es, por otra parte, el nexo que une esta tendencia con la segunda de las grandes tendencias para el baño del 2018: el amor por la naturaleza.

Si bien esta tendencia se concreta sobre todo en el uso de plantas naturales dentro del baño, desde los más sufridos cactus o las suculentas, hasta los helechos y las plantas de hoja grande, también forma parte de la misma idea el uso de materiales y texturas como la madera o la piedra natural en suelos, paredes o en el mismo mueble.

Conectar con lo primitivo

¿Qué aporta el uso de elementos naturales, o de materiales, colores y texturas que los imitan, a un baño actual? La respuesta es sencilla: aporta mucha frescura, sensación de conexión con la naturaleza, con lo esencial, con lo más primitivo, y desconexión de la tecnología, de los elementos más técnicos y cibernéticos que invaden nuestras vidas en la actualidad.

No es de extrañar que esta tendencia se haya implantado en el baño, que es, por antonomasia, el lugar en el que lo privado y lo íntimo cobra importancia tras un volver de la lucha diaria en la jungla de asfalto.

Sin embargo, y aunque parezca una contradicción, es la tecnología la que ha hecho posible esta vuelta a la esencial de la naturaleza, gracias a los avances en el sector de los materiales, cada día más resistentes a las condiciones de humedad del baño, la iluminación, con LED de luz ambiente que imita la luz natural, y los avances en el diseño del mueble, con formas orgánicas sin dejar de ser minimalistas.

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