Este icónico elemento se encuentra en su punto álgido debido a la puesta en valor de los beneficios que aporta, además de ser un elemento decorativo y distintivo al hogar. Gunni & Trentino, firma española referente en el sector de la decoración, el diseño y el interiorismo, analiza la historia, evolución, tendencias y beneficios de este elemento básico del hogar. Las bañeras independientes han pasado a ser un básico de cualquier cuarto de baño tomando su forma inicial olvidando a las bañeras integrales típicas de los años 90. La firma española referente en el sector del diseño y el interiorismo, destaca varias marcas como Devon & Devon, con inspiraciones neo-románticas, diseños clásicos y líneas contemporáneas a la par que cumplen con los altos estándares de calidad, tecnología y el medio ambiente.

En cuanto a los modelos más tradicionales de hierro fundido, la firma española destaca el retorno de las clásicas bañeras con pies en las partes internas esmaltadas que conjugan con los exteriores lacados en oro y cobre (barnizadas con sintetizado especial transparente). Más vanguardistas son las bañeras de firmas como Ágape, el diseñador italiano Antonio Lupi con sus modelos futuristas rebosantes de color o los de Kos donde destacan las líneas minimalistas en hierro fundido, además de sus singulares griferías.

Pese a que actualmente la bañera ha sido ligeramente desplazada a otro plano para dar paso a los platos de duchas. Los motivos por los que la ducha está ganando la partida se basan en el actual estilo de vida: las demandas de la vida laboral y las exigencias del plano doméstico han hecho que nos olvidemos de la recompensa que supone sumergirse en una bañera. Tomarse un baño relaja el sistema nervioso (ansiedad, estrés, depresión, etc.), mitiga inflamaciones, revitaliza el organismo, alivia dolores musculares y articulares, trata el insomnio y mejora problemas respiratorios, elimina toxinas y trata problemas e infecciones de la piel, entre otros muchos beneficios. Solo hay que tener en cuenta que el baño no debe de durar más de 30-40 minutos ya que podría debilitar nuestro sistema y que hay que realizarlo al terminar la jornada y no por la mañana para que así el ritual de relajación se cumpla a la perfección.

Foto portada: Agape

Foto Interior: Antonio Lupi