Una nueva dimensión

El Eixample barcelonés se llena de diseño contemporáneo gracias a pequeñas joyas de simpleza y minimalismo

23/01/2019

Con un plano alargado que va desde la sombra de un patio interior hacia los ventanales que dan a la calle Comte Borrell, este piso fue repensado para una optimización total de su espacio interior. De paso, el estudio EO Arquitectos decidió apostar por una fórmula en blanco y madera ...

Con un plano alargado que va desde la sombra de un patio interior hacia los ventanales que dan a la calle Comte Borrell, este piso fue repensado para una optimización total de su espacio interior. De paso, el estudio EO Arquitectos decidió apostar por una fórmula en blanco y madera de roble, con una iluminación clara que resalta un mimado mobiliario y permite un contraste con algunos elementos de tonos más oscuros.

Exceptuando las dos salas originales que dan a la fachada principal –hoy convertidas en un solo espacio para el salón–, el piso apenas tenía iluminación natural: "en su estado original presentaba una imagen decaída y sombría debido a la excesiva compartimentación", cuentan Adrián Elizalde y Clara Ocaña, responsables del proyecto. Esto es algo habitual en Barcelona, y en particular en el barrio del Eixample, donde los patios de servicio apenas reciben luz y suelen ser estrechos.

El resultado es una sucesión lineal de tres grandes espacios. El primero de ellos es el dormitorio, que queda semiabierto al recibidor, del que solo lo separa una estantería. Justo detrás de esta pequeña pieza es donde se encuentra el cuarto de baño, que presenta la primera puerta corredera del proyecto, una de las estrategias estrella a la hora de ampliar los lugares más pequeños. A continuación, uno llega a una puerta corredera pensada para separar los espacios público y privado. Tras ella, la cocina se impone completamente abierta, con una ventana a la todavía sombría zona del patio interior, pero anunciando ya la que será la gran entrada de luz de la casa: los dos magníficos ventanales en el salón, irradiando la luz natural de la calle.

Si la puerta corredera que separa la zona de noche de la de día es la única escisión en el plan del suelo, lo cierto es que los diseñadores quisieron también delimitar las zonas de agua con un elemento estilístico muy acertado: un suelo porcelánico hexagonal de formato pequeño de la marca Winckelmans para el cuarto de baño, y un suelo hidráulico de mosaico tridimensional que aúna el blanco y el negro ya vistos, así como tonos grises que recogen el sofá y la lámpara del comedor.

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