Las puertas correderas de aluminio son la mejor opción para los cerramientos de viviendas. Se desplazan por una guía colocada en la parte inferior del marco y son ideales para casas y estancias no muy grandes, con poco espacio o zonas estrechas y de paso. Existen varios tipos de correderas en las que el aluminio juega un papel esencial, siendo este material uno de los preferidos en el sector de la construcción, la arquitectura y el diseño por sus propiedades técnicas y de rendimiento, así como por sus amplias posibilidades a nivel estético.

Los expertos en este tipo de cerramientos de KAWNEER, especialista en sistemas arquitectónicos de aluminio, destacan las ventajas más importantes de las puertas correderas de aluminio dentro de un mercado que cada vez tiene más en cuenta los aspectos medioambientales y sostenibles de materiales y soluciones arquitectónicas en general:

1. Mejor aprovechamiento del espacio
Las puertas correderas son el mejor aliado en estancias pequeñas dónde los centímetros escasean. Con ellas, por ejemplo, nos ahorramos el espacio que ocupa una puerta abatible al abrirse o cerrarse y, a diferencia de estas, las correderas nos permiten, además, sacar el máximo partido a las paredes adyacentes, dado que lo que pongamos no quedará oculto cuando la puerta esté abierta.

2. Continuidad visual
Gracias a las puertas correderas podemos crear espacios prácticamente diáfanos cuando estas quedan abiertas y, a la vez, tener la posibilidad de independizarlos cuando lo deseemos. Por tanto, suponen una solución flexible y versátil con la que conseguimos una mayor conexión entre estancias cuando realmente se necesita.

3. Opción de encastrarse en la pared
Las puertas correderas pueden abrirse completamente y quedar empotradas en la pared. De esta manera, la conexión entre espacios interiores y exteriores es todavía mayor. Es una opción ideal para separar, por ejemplo, el jardín o la terraza del interior de la vivienda. Y, además, admiten ser instaladas en dimensiones especiales y extragrandes para intensificar aún más esta sensación.

4. Durabilidad y alta resistencia
La industria de la construcción demanda cada vez más, materiales que tengan una alta capacidad de resistencia. Las correderas de aluminio permiten cumplir con las especificaciones de rendimiento requeridas y reducen al mínimo la carga muerta sobre las estructuras. Además, son fáciles de transportar y manejar al ser el aluminio un material de bajo peso, lo que, a su vez, reduce las posibilidades de lesión de quién las transporta. Asimismo, las puertas de aluminio resisten frente al agua, la corrosión y son inmunes a los efectos negativos de los rayos UVA, además de necesitar muy poco mantenimiento.

5. Diseño y más luminosidad
Los perfiles de aluminio de las puertas correderas pueden ser muy estrechos y finos. Esto permite que entre más cantidad de luz natural (reduciendo así la necesidad de luz artificial) y mejora considerablemente el diseño de los espacios, así como la visibilidad panorámica a través de ellas, que quedan prácticamente libre de obstáculos visuales.

6. Son 100% reciclables y respetuosas con el medio ambiente
Las puertas correderas de aluminio son del todo reciclables. Además, el proceso de reciclaje del material se puede realizar veces indefinidas sin que sus cualidades iniciales se vean perjudicadas. Esto supone un beneficio medioambiental claro. Además, el aluminio no tiene efectos negativos para el entorno ni para los usuarios, sea cual sea el tratamiento al que se someta.

7. Seguras en caso de incendio
El aluminio es ignífugo y está clasificado como material "no-combustible". Además, las aleaciones se funden a 650º pero no liberan gases nocivos. Así que, este tipo de puertas también son la opción acertada a nivel de seguridad en el hogar.