La cocina del siglo XXI es un espacio multifuncional, eco-friendly, unisex y conectado a las redes sociales. Este jueves, el Instituto Silestone presentó en el Cosentino City Madrid la segunda edición del informe Global Kitchen, con el título La cocina, el corazón del hogar.

Marisa Santamaría, periodista y experta en tendencias en diseño internacional, fue la moderadora de un evento en el que su fusionó arquitectura y gastronomía. Los invitados al debate fueron María González y Juanjo López de la Cruz, de Estudio Sol 89; Xevi Verdaguer, fisioterapeuta que impulsa la psiconeuroinmunología, y Rodrigo de la Calle, conocido como el chef verde cuyo restaurante madrileño, El Invernadero, tiene una estrella Michelin.

Acudió un nutrido público interesado en ver cómo evoluciona la vida dentro del hogar. El estudio habla del hoy y del futuro más inmediato de la cocina. Mercè Balañá, responsable de Comunicación del Instituto Silestone, destacó que el informe tiene en cuenta una mirada multidisciplinar. Recordó que la principal conclusión de la edición anterior fue que la cocina se convertirá en el centro de la vida del hogar. Este segundo informe parte de dicha premisa. La cocina es un espacio muy importante. Se ha realizado una encuesta a usuario final en nueve países y entrevistas a 23 expertos.

Insistió en que se ha comprobado que "la cocina es un espacio multifuncional". "Antes se escondía y ahora vuelve a tomar protagonismo dentro de la vivienda. Se convierte en un espacio en el que se hacen muchas cosas. Es un espacio de reunión con amigos", dijo Balañá. Asimismo, comentó que las redes sociales toman la delantera a la domótica y los dispositivos inteligentes. "La cocina también es un espacio donde cuidamos de la salud. Podemos cuidar de nuestro bienestar. Es un lugar donde podemos expresar nuestra conciencia ambiental. Podemos reciclar y ahorrar agua, por ejemplo. Y es un sitio donde se reflejan los cambios sociales, la globalización y el rol de la mujer", aseveró.

Pilar Navarro, Comunicación y Relaciones Públicas de Cosentino, buceó en los datos. "La cocina recupera su posición central en la vivienda", declaró. La mayoría (43% de los encuestados) dedica la cocina a las principales comidas del día. El 29% tiene reuniones allí con amigos, el 17% lleva a cabo otras tareas y el 11% trabaja. En el caso de España, la cocina sigue siendo el sitio para comer: el desayuno en un 61% y la comida con el 33,26%.

Respecto a la hora de reformar la cocina, apuntó a que el 63% da prioridad a la funcionalidad. El 15% prefiere mirar al ahorro, mientras que el 12% opta por la calidad y durabilidad de los materiales. "Hay un 10%, algo que me ha sorprendido mucho, que lo primero que mira es la estética y el diseño", comentó Navarro. Un 54% utiliza las redes sociales como inspiración para renovar o redecorar la cocina.

Por otro lado, se concibe como espacio para el cuidado de la salud y el bienestar. Un 49% ha cambiado en los últimos años sus hábitos alimentarios. El 62% cuida más de su alimentación desde que utiliza redes sociales para consultar información y el 31,1% cocina adecuadamente consumiendo menos alimentos precocinados.

Del mismo modo, su uso está condicionado a todos los niveles por la conciencia medioambiental. Es el "cómo utilizamos la cocina para sacar nuestro lado más sostenible". Un 35% separa correctamente la basura que genera, por lo que se tiene más de un cubo de basura. Un 27% utiliza menos plástico y un 22% reutiliza más que hace unos años. Y ha dejado de ser un espacio básicamente femenino, como reflejo de los cambios sociales. El 63% de las mujeres cocina habitualmente frente al 30% de los hombres. Hay un 6,7% que corresponde a otros miembros de la familia o externos como empleados del hogar. Llama la atención que en nuestro país en un 67% de los casos es la mujer la que se ocupa de hacerlo, un porcentaje ligeramente superior a lo que sucede en los países anglosajones.

Ya en el debate, De la Calle expresó que en su restaurante intentan hacer comida sana y respetuosa con el medioambiente. Verdaguer se mostró muy sensible en el respeto que cada uno tiene que tener con su salud y su entorno. González y De la Cruz revelaron que poseen cierto interés por la tradición y por la innovación en lo que al mundo de la cocina se refiere. De la Calle añadió que en su casa no utilizan nunca el salón. Lleva como profesional de la hostelería 25 años y sus recuerdos son de estar toda su vida en la cocina. Verdaguer completó que, "cuando remodelas la cocina, normalmente tiras la pared del centro para hacer una zona más grande, con más luz". El objetivo es alcanzar "una simbiosis que hace que la familia esté más unida".

González razonó que "estamos volviendo a la situación natural que siempre ha tenido la cocina". De la Cruz hizo insistió en que "la cocina es el espacio que está sujeto a las evoluciones sociales y tecnológicas". Repitió que "la cocina es el elemento que denota los cambios sociales y tecnológicos en la vivienda". Es cada vez es un espacio más colectivo. Vaticinó que "probablemente empecemos a hablar pronto de cocinas que sean colectivas a diferentes apartamentos". De la Calle manifestó que ya en 2007 montó su primer restaurante con la cocina vista. "Yo tengo que pasar 15 o 16 horas diarias en la cocina, por lo que opto por cocinas bonitas y funcionales. Mi último restaurante, El Invernadero, está integrado en la cocina", dijo. Para él, es clave la transparencia con sus clientes. De acuerdo con De la Cruz, "la cocina además es uno de los pocos sitios donde puedes hacer algo con tranquilidad". Quizá llegue el día en que la cocina, excepto el momento de cocinar, no se perciba que es una cocina. Ésta es una mezcla de versatilidad y especialización.

FOTO PRINCIPAL: De izda. a dcha.: Marisa Santamaría, Juanjo López de la Cruz, María González, Rocío Arjona (Showroom Manager de Cosentino City Madrid), Xevi Verdaguer, Rodrigo de la Calle y Mercè Balañá.