Las bisagras, para incrementar la funcionalidad de los armarios, los tiradores, manillas o pomos, que ayudan a decorar puertas y cajones, o las distintas gamas de guías para las cajoneras y cajones son algunos de los herrajes principales con que cuenta una cocina. Especialmente diseñados para aprovechar al máximo cada rincón, estos indispensables "silenciosos" ayudan al correcto funcionamiento de los elementos que componen el mobiliario de este espacio del hogar, además de favorecer la comodidad de movimientos. Por este motivo, antes de decantarnos por un sistema u otro y seleccionar aquellos modelos que más se ajusten a nuestros gustos y presupuesto hay que tener en cuenta una serie de aspectos. Entre ellos, ver qué uso se va a dar a las puertas y cajones que conforman el mobiliario, qué estilo decorativo tendrá la cocina o el material con que esté fabricado. En este punto cabe tener en cuenta que los herrajes que se vayan a colocar en una determinada cocina deben ser del mismo color, estilo y acabado.

Sin duda, uno de los elementos que más relevancia está teniendo en el tema que nos ocupa son los herrajes extraíbles, gracias, entre otros aspectos, a su funcionalidad y fácil limpieza. Se trata de bandejas de rejillas metálicas, que se adaptan a la clase de producto que se almacena y que ayudan a mantener el orden en la cocina. Existen numerosos tipos de herrajes extraíbles para diversas modalidades de cajones, ya sean paneros, muebles rinconeros, verduleros, botelleros, cajones para guardar sartenes y ollas, kits de limpieza, etc. Este tipo de herrajes pueden instalarse en cajones de extracción total y gran capacidad, que otorgan un almacenamiento sin límites, y pueden fabricarse rectos o para rinconeras en ángulo, siendo adecuados para cualquier diseño de muebles de cocina.

Otra modalidad de herrajes son los separadores y organizadores para cajones. Ayudan a mantener el orden, de forma práctica, y son adecuados para aquellas zonas destinadas a almacenar productos de limpieza o alimentos. Al igual que las despensas extraíbles, con las que se puede aprovechar un espacio vertical, las columnas o las rinconeras y cestos para cocinas. Un tipo de herraje que permite sacar parte del mueble hacia afuera para aprovechar al máximo los espacios pequeños o aquellos que están ubicados en los rincones.

Por su parte, los amortiguadores y compases hidráulicos (abatibles o elevables), que normalmente se colocan en las puertas de los altillos ubicados en la parte superior de los muebles de la cocina, son elementos robustos y duraderos que permiten la apertura de la puerta abatible a 75º, 90º o 100º, según la posición, por lo que es posible mantener abierto el mueble con total comodidad.

Abrir y cerrar

En cuanto a las bisagras, el elemento más importante que evita que el mueble de la cocina se resienta y se desgaste, destacar que están formadas por dos piezas que, unidas entre sí, permiten el giro y la apertura de las puertas y tapas. En el mercado existen multitud de modelos, pero entre las más utilizadas están las bisagras de libro, cuya sencillez de montaje y estructura hace que sean una de las más extendidas. Independientemente de su tamaño o del material con que esté fabricada, se trata de dos hojas que se abren como un libro y se atornillan al interior del mueble, posibilitando abrir y cerrar la puerta con comodidad; las bisagras de cazoleta otorgan un impecable efecto estético, ya que desde el exterior apenas son perceptibles y se cierran solas, a partir de cierto ángulo. Por su parte, la bisagra de piano es muy similar a la bisagra de libro antes mencionada, pero más alargada, por lo que ofrece mayor agarre y resistencia, mientras que la bisagra desmontable se utiliza en los casos en que se quiera montar y desmontar varias veces la estructura y sustituir la bisagra que esté colocada. Finalmente, las bisagras de doble acción se utilizan en puertas en las que se desea una doble apertura, ya que permiten abrir la puerta en ambas direcciones y la puerta se cierra sola.

Dentro de los herrajes de cocina también destacan los tiradores, un producto esencial en el conjunto de la cocina, y cuya elección responde a aspectos relacionados con la comodidad, las preferencias del usuario y su facilidad de limpieza. En sus distintas versiones, de asa, de pomo, de apertura electrónica o con sistema push and pull, elegir un tirador de cocina adecuado es fundamental, ya que es un elemento que viste mucho tanto al mueble como a la puerta y dan el toque final al diseño y al estilo de la cocina. ¿Imaginas un tirador que no encaje con el resto de la cocina?, ¿o un modelo que impide abrir con facilidad y comodidad el cajón o la puerta de un armario? Por eso, a la hora de elegir un tipo de tirador u otro hay que tener en cuenta algunos factores. Por ejemplo, la calidad de los materiales. Sin duda, en las cocinas vanguardistas, con superficies frías, se impone un tirador de aluminio, mientras que uno de latón puede encajar con los muebles clásicos o de estilo rústico. El tamaño también es un aspecto a destacar, pues un tirador pequeño en un mueble muy grande desentonaría mucho, y viceversa.

Finalmente, una de las modalidades más comunes en las cocinas actuales son los tiradores verticales o de barra. Sencillos, modernos, tradicionales, con curvas o más clásicos, se colocan de forma vertical en las puertas de los armarios y de manera horizontal en los cajones y gaveteros. Destacar, por último, los pomos. Más utilizados en las cocinas de hace años, estos elementos llegan a las cocinas de hoy en día que cuentan con un estilo rústico, con muebles de madera y de estilo clásico.