España, uno de los países con mejor salud laboral de la UE pese a la siniestralidad y el absentismo

Uno de los pilares fundamentales hoy en día en las empresas es la gestión de la salud y el bienestar de las personas que integran sus plantillas. Para una correcta gestión de estos parámetros es necesario tener una visión global sobre determinadas variables que permitirá a las compañías analizar y prevenir aquellos fenómenos o malas prácticas que directamente incidan en la salud y bienestar de los trabajadores y fomentar las que funcionan, así como adoptar nuevas medidas. Es por ello que el Adecco Group Institute presenta el análisis trimestral sobre Absentismo, salud y bienestar, en el que se analizan cuatro fenómenos: absentismo, siniestralidad laboral, enfermedades profesionales y salud.

07/10/2019

Este análisis pretende cumplir con el doble objetivo de actualizar periódicamente los datos del Informe Adecco sobre Absentismo (un estudio anual con ocho ediciones en el mercado) y el de ampliar el análisis de las ausencias con una visión global de todos los aspectos que pueden incidir en la salud ...

Este análisis pretende cumplir con el doble objetivo de actualizar periódicamente los datos del Informe Adecco sobre Absentismo (un estudio anual con ocho ediciones en el mercado) y el de ampliar el análisis de las ausencias con una visión global de todos los aspectos que pueden incidir en la salud de los trabajadores dentro y fuera del lugar de trabajo.

Una de las primeras conclusiones recogidas en este Análisis trimestral sobre Absentismo, Salud y Bienestar es que tanto la tasa de absentismo laboral (5,4%), como la siniestralidad laboral (+1,7% de accidentes) y los partes de enfermedades profesionales (+14,4%) están aumentando en nuestro país, a pesar de que 3 de cada 4 españoles consideran que su salud es buena o muy buena.

El absentismo: la tasa española se sitúa en el 5,4%

En el segundo trimestre del año, las horas perdidas por absentismo han tenido un incremento interanual de un 4,1%. Así, de media, se ha llegado a un total de 7,7 horas perdidas mensuales, en promedio, por cada asalariado, 0,3 horas más que un año antes. Es el mayor número de horas perdidas por trabajador y mes, al menos, desde 2007.

Las horas pactadas efectivas, en cambio, se han reducido ligeramente, -0,2% interanual, con lo que se sitúan en 141,8 horas/mes por asalariado. Al haber crecido las horas perdidas por absentismo al mismo tiempo que se reducían las horas pactadas efectivas, la tasa de absentismo se ha elevado hasta el 5,4% (2 décimas más que hace un año). Es una proporción similar a la de los dos trimestres anteriores, pero más alta que la de cualquier trimestre anterior a 2019.

Casi 3 de cada 4 horas perdidas por absentismo se pierden por razón de Incapacidad Temporal (IT; enfermedad común o accidente no laboral). Durante el segundo trimestre del año, al tiempo que se perdían 5,7 horas, en promedio, por mes y trabajador por IT (+9,6% interanual, equivalente a media hora más), la pérdida por Otras causas ha sido de 2 horas mensuales por asalariado (-9,1% interanual, que equivale a unos 12 minutos menos).

Absentismo por tipo de jornada

Cuando se desglosan los datos según el tipo de jornada, se encuentra que el absentismo es proporcionalmente mayor en el caso de quienes trabajan a tiempo completo. En el caso de los asalariados con jornada completa, de media se han perdido 9 horas mensuales por trabajador (+7,1% interanual, que equivale a 0,6 horas más). En cambio, la pérdida de tiempo de trabajo entre los asalariados de jornada parcial es de 3,9 horas/mes (+8,3%, que implica la pérdida de unos 18 minutos más que hace un año).

La tasa de absentismo se ha incrementado en ambas jornadas: en el caso de los trabajadores de tiempo completo alcanza al 5,6% de las horas pactadas efectivas (+0,4 puntos porcentuales) en tanto que la de los de jornada parcial llega al 4,7% (+0,5 p.p.).

Absentismo por grandes sectores económicos

De los tres grandes sectores, el que exhibe la mayor pérdida de horas de trabajo por mes y trabajador en el segundo trimestre es la industria, con 8,4 horas (lo mismo que un año antes). En los servicios se han perdido, de media, 7,6 horas (+5,6% interanual, equivalente a 0,4 horas), en tanto que en la construcción se han registrado 5,3 horas no trabajadas por absentismo (-3,6%, que equivale a unos 12 minutos menos que un año antes).

No obstante, cuando comparamos esta cantidad de horas perdidas con las horas pactadas efectivas de cada sector, son los Servicios los que emergen con la mayor tasa de absentismo, con un 5,5% (+0,3 puntos porcentuales).

En la industria y la construcción, la tasa de absentismo ha disminuido ligeramente. En el primer caso, esto se explica por el aumento de las horas pactadas efectivas. La tasa de absentismo ha quedado en un 5,4%, unas centésimas más baja que la de un año atrás. En el caso de la construcción, las horas pactadas efectivas han disminuido, aunque menos que las horas perdidas por absentismo, por lo que su tasa de absentismo ha bajado una décima interanual hasta el 3,4%.

País Vasco y Castilla y León, a la cabeza

La evolución de las horas perdidas por absentismo es muy dispar entre las distintas comunidades autónomas. Si hacemos una comparación interanual, nueve comunidades muestran un descenso en el número de horas perdidas y ocho exhiben un aumento. Andalucía (+45% interanual), Baleares (+42,7%) y Extremadura (+24,1%) son las que sufren los mayores incrementos. Por su parte, Castilla y León (-12,8%), Asturias (-7,7%) y Cantabria (-3,8%) presentan los recortes más significativos.

En todo caso, las comunidades que muestran en el trimestre analizado el mayor número de horas perdidas por mes y trabajador son el País Vasco (9 horas), Castilla y León (8,6) y Canarias (8,4). En el otro extremo se colocan Baleares (3,7 horas perdidas por absentismo), Andalucía (4,9) y Extremadura (5,6). Es decir que las tres autonomías que muestran los mayores incrementos porcentuales continúan, pese a ello, siendo aquellas en las que se pierden menos horas de trabajo. De esta disparidad surgen amplias diferencias entre autonomías cuando comparamos las horas no trabajadas por absentismo con las horas pactadas efectivas (tasa de absentismo).

Las mayores tasas de absentismo se registran en el País Vasco (6,4%; -0,2 puntos porcentuales en la comparación interanual), Castilla y León (6,1%; -0,9 p.p.) y Aragón (5,9%; +0,3 p.p.). En cambio, destacan por tener las tasas de absentismo más bajas Baleares (2,5%; +0,7 p.p. interanual); Andalucía (3,5%; +1,1 p.p.) y Extremadura (4,1%; +0,8 p.p.). Hace un año, la diferencia entre la mayor y la menor tasa de absentismo era de 4,9 puntos porcentuales; ahora, esa diferencia se ha reducido un punto, hasta los 3,9 p.p. que existen entre la comunidad vasca y la balear.

Absentismo en perspectiva: correlación con el PIB

Cuando se analiza la evolución de la tasa de absentismo a lo largo de los últimos diez años, se encuentra una clara correlación positiva con la marcha del Producto Interior Bruto (PIB en adelante).

La caída de la tasa de absentismo entre 2010 y comienzos de 2014 coincide con la contracción de la economía, una etapa en la que el PIB acumuló una caída de casi un 9%. A partir de ese momento, cuando la economía comienza a recuperarse, la tasa de absentismo también cambia de tendencia. Ese movimiento ascendente continúa hasta ahora.

En palabras de Javier Blasco, director del Adecco Group Institute, "esta correlación puede deberse, entre otros factores, a que a la caída del PIB le acompaña un aumento del paro, siendo normal el comportamiento de "proteger" más el puesto de trabajo y evitar las ausencias. Por el contrario, al recuperarse la economía, en todos los ciclos económicos que conocemos el absentismo tiende a aumentar, debiendo destacarse que en este ciclo de recuperación que vivimos el ritmo de crecimiento del absentismo es mayor que el ritmo de crecimiento de la economía".

Siniestralidad laboral

En el segundo trimestre de 2019, el número de accidentes de trabajo que han causado baja (excluyendo los siniestro in itinere) ha llegado a 137.749 en todo el país. Esto supone un incremento interanual de un 1,7% (2.260 accidentes más). Es el mayor número de accidentes en un trimestre desde septiembre de 2010.

La siniestralidad laboral, en valores absolutos, viene creciendo desde el inicio de la recuperación de la economía, a mediados de 2013. Desde entonces hasta ahora, la cantidad de accidentes de trabajo que originan bajas se ha incrementado un 33,8%. No obstante, dado que el número de ocupados ha aumentado más deprisa, la incidencia cada 10.000 trabajadores (indicador habitual) ha disminuido ligeramente, pasando de 70 accidentes cada tal número de ocupados hace un año a 69,6 siniestros ahora.

Siniestralidad laboral según gravedad

Tanto ahora como hace un año, la práctica totalidad de los accidentes de trabajo son leves (99,1%). Pero, pese a ser comparativamente muy inferiores al número de accidentes leves, el número de los graves y de los mortales se ha incrementado.

En el caso de los siniestros graves, se han registrado en el último trimestre 1.156 con un incremento interanual de un 9,2% (97 accidentes más que hace un año). Y mayor ha sido el incremento de los accidentes mortales, de un 11% hasta los 121 (12 más que en el segundo trimestre de 2018). En cuanto a la incidencia cada 10.000 personas ocupadas de cada una de estas tres categorías de accidentes, los siniestros leves la han reducido mientras que los graves y mortales la han aumentado.

En el segundo trimestre, cada 10.000 ocupados ha habido 68,9 accidentes leves, cifra que resulta un 0,8% inferior a la de hace un año. En el caso de los accidentes graves, han alcanzado a 0,58 cada 10.000 ocupados, lo que implica un incremento interanual de un 6,6%. Finalmente, los accidentes mortales ascienden a 0,061 cada 10.000 trabajadores, con un incremento interanual de un 8,4%.

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