España superó la cota de 9 millones de trabajadoras en 2019

Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados esta semana, es la primera vez que se registra un máximo histórico de mujeres trabajadoras en promedio anual.

30/01/2020

Las mujeres de la generación del "baby boom" jugaron un papel fundamental en la incorporación de las mujeres al mercado laboral. Aquellas mujeres, que a día de hoy tienen edades comprendidas entre 50 y 59 años, ayudaron a elevar las tasas de actividad laboral. Se posicionó como la primera generación ...

Las mujeres de la generación del "baby boom" jugaron un papel fundamental en la incorporación de las mujeres al mercado laboral. Aquellas mujeres, que a día de hoy tienen edades comprendidas entre 50 y 59 años, ayudaron a elevar las tasas de actividad laboral. Se posicionó como la primera generación que registró cifras cercanas a las de la fecha, pero siempre menores a la de los hombres.

Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que se dieron a conocer el martes, es la primera vez que se registra un máximo histórico de mujeres trabajadoras en promedio anual, ya que se superó la cota de las 9 millones de trabajadoras en 2019.

Si comparamos estas cifras con las de periodos anteriores podemos ver que hace veinte años, apenas un 45% de las mujeres, de entre 50 y 54 años, estaba trabajando o buscando un empleo. Por su parte, los hombres superaban la cifra del 86%, por lo que había el doble de ocupados hombres que de mujeres. Acutalmente, el escenario ha cambiado drásticamente, ya que ellas, pertenecientes a la generación del "baby boom" y que tienen entre 50 y 54 años, han superado el 78% en su tasa de actividad.

Esto ha provocado que la brecha de actividad laboral entre hombres y mujeres se haya reducido un 75% en estas dos décadas.

Por otra parte, la EPA también revela que son muchas las mujeres que a día de hoy renuncian a su carrera laboral por quedarse a cargo de sus familiares. Otro aspecto a tener en cuenta es la entrada de inmigrantes a partir de los años noventa, que ayudó a incrementar la tasa de actividad en el mercado laboral.

En 2008 con el estallido de la burbuja inmobiliaria se destruyeron millones de puestos de trabajo. El sector que más se vio afectado fue el de la construcción, siendo el colectivo más castigado el de los hombres. Por su parte, el empleo femenino soportó mejor la situación. El año pasado se registraron 370.000 ocupadas más de las que había en 2008, en promedio anual.

Durante los últimos años, las mujeres han tenido una presencia muy activa en el sector servicios. Pero el ámbito que más ocupadas ha incorporado desde 2008 ha sido el de la sanidad y cuidado de dependientes.

En 2019, uno de cada cuatro empleos creados estaban relacionados con las actividades sanitarias y los servicios sociales, sector en el que el 76% de las empleadas son mujeres.

La educación es otro de los sectores que está creciendo a pasos agigantados, en el cual las mujeres son mayoría, y superan el 67%. Esta actividad da empleo a 169.000 mujeres más que en 2008.

Otro de los sectores que ha notado un crecimiento por parte del colectivo femenino ha sido el de la hostelería. Allí las mujeres son mayoría, rebasando el 54% del total. Este sector da trabajo a 105.300 mujeres más que antes de la crisis.

Pero no son los únicos. Las mujeres también se han incorporado de manera rápida al sector de actividades profesionales, científicas y técnicas. Así desde el año 2008 se han incorporado más de 80.500, hasta el punto de igualarse a las cifras de los hombres.

Aunque no todos los datos son positivos. Las mujeres han perdido su trabajo en los sectores más castigados por la crisis. Por ejemplo, en la industria desde el año 2008 han sido despedidas 74.200. Por su parte, la agricultura ofrece empleo a 37.700 mujeres menos que en 2008, y el comercio ha destruido 80.300 empleos en estos años.

Aún queda mucho camino por avanzar para mitigar las desigualdades laborales. Un buen ejemplo de ello es la tasa de paro, que en los peores momentos de la crisis llegó a equipararse, pero ha caído de forma más rápida entre los hombres durante la recuperación, por lo que la brecha se ha ampliado, y ya supera los tres puntos porcentuales.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es que el 75% del empleo parcial lo ocupan las mujeres y en muchos casos viene motivado porque son ellas las que renuncian a parte de su jornada para cuidar a sus familiares.

En el caso del trabajo temporal, en el que anteriormente los hombres eran mayoría, ya se ha igualado.

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