Con motivo de la presentación, este martes, de la Memoria de Responsabilidad Social Corporativa 2019 de Grupo Cosentino, dicha empresa que produce y distribuye superficies innovadoras de alto valor para el mundo del diseño y la arquitectura a nivel global ofreció la charla online Los nuevos retos de la RSC: Tiempo de Alianzas. Intervinieron Álvaro de la Haza, vicepresidente ejecutivo de Grupo Cosentino; Ana Sainz, directora general de Fundación SERES; y Manuel Bellido, director de OECA (Observatorio Empresarial para la Consecución de la Agenda 2030).

De la Haza, en primer lugar, dijo que su memoria de RSC es un ejercicio de repaso de lo que ha pasado y de transparencia. "Uno se puede hacer una idea integral de la actividad de la compañía en todos los órdenes", comentó. Hizo hincapié en que el propósito de la compañía es inspirar a las personas a través de espacios innovadores y sostenibles. "Desde el propio diseño de los productos ya pensamos en su sostenibilidad", remarcó. Cosentino es una compañía 100% familiar, profesionalizada e internacionalizada (se distribuyen sus productos a 116 países). 2019 fue un año de crecimiento en ingresos. El importe neto de la cifra de negocio fue de 1.109,8 millones de euros frente a los 984,5 de 2018. Destacó que no se entiende este crecimiento sin una fuerte reinversión de los beneficios.

Asimismo, puso el foco en la evolución anual del aumento de puestos de trabajo. En 2019, se llegó a una plantilla de 4.785 personas (4.314 en 2018). Igualmente, en la manera de producir de forma responsable. Grupo Cosentino tiene un compromiso fuerte por la innovación. Destinó el año pasado 18,6% a I+D+i. De la misma manera, hay un compromiso muy importante con el Medio Ambiente. Hay unas tasas del 99% de reaprovechamiento del agua en su fábrica de Almería. Se da una segunda vida al 33% de los residuos. Se han retado para superar esta tasa año tras año. El objetivo es batirlo con claridad en la memoria de RSC de 2020.

Sainz afirmó que es el rol de la empresa el que puede aportar la eficacia y escalabilidad de lo que sabe hacer en RSC. "Nosotros llevamos un tiempo viendo cómo la empresa mediterránea está tomando las riendas, cómo quiere ser protagonista del cambio social", dijo. Tanto el corto plazo como el largo paso han de tener su peso. Ser una empresa con propósito es definir cuál es su rol y hacer ver lo que la sociedad se perdería si ésta no existiera. La Fundación SERES hace anualmente un informe sobre la contribución agregada de las empresas. "El rol de la empresa en la mejora de la sociedad está más que constatado", certificó.

Por su parte, Bellido recordó que hace unos 60 años las empresas funcionaban sin conciencia de lo que era el Marketing. Hace 30 años, funcionaban sin hablar de calidad. "¿Podríamos encontrar alguna empresa hoy que considere irrelevante la calidad o el Marketing? Yo creo que no. En esta evolución, hace 20 años, se coló la Responsabilidad Social Corporativa. Hoy, y más en este momento, en el que el virus del Covid-19 ha paralizado la economía, la sociedad ha tenido la oportunidad de ver el valor de las empresas. Muchas empresas haciendo mascarillas, respiradores, etcétera. ¿Hay algo más progresista que crear empleo? Creo que no", reflexionó. Durante esta pandemia, se ha consagrado el valor social de las empresas. La agenda 20-30 es una oportunidad para las compañías y un marco para las estrategias de RSC.

Los premios que lanza SERES son para las empresas y para medir cómo impacta la RSC a la propia compañía. "Para que todos creamos que esto es una palanca de cambio para la compañía, tiene que estar integrado", aseveró Sainz. Genera una ventaja competitiva para las empresas. Declaró que "las buenas iniciativas contagian a otras empresas" y que "ser una empresa responsable no depende del tamaño".

De la Haza consideró que muchas iniciativas de RSC ayudan a la creación del negocio. "Cuando no teníamos el nivel de eficiencia energética y de reutilización del agua actual, éramos menos eficientes", expresó. Compartió que las compañías con buen gobierno son más eficientes y sostenibles a largo plazo. Al hilo de esto, Bellido subrayó que se constata que cuando una empresa enfoca sus valores hacia la sostenibilidad facilita que la visión incorpore nuevas maneras de ver la realidad. La sostenibilidad supone tener "una visión mucho más global, todo el mundo está involucrado en esa nueva gobernanza". Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son, a su entender, una oportunidad de negocio.

"Quiero seguir lanzando retos. Nos queda mucho camino", avisó Sainz. La diversidad, según sus palabras, es una ventaja competitiva para las compañías. Hay que conseguir fusionar el conocimiento de todos y el trabajo común para esa diversidad. Bellido argumentó que el cambio climático es una preocupación para una gran mayoría de los europeos y se mostró medianamente optimista sobre el futuro.