Rossella Colombari valora la "calidad, elegancia y solidez" de Laminam

Laminam conversa con Rossella Colombari, la cual lleva promoviendo el diseño italiano a nivel mundial durante más de cuarenta años. Su galería homónima está considerada como una de las más prestigiosas de Milán. Durante la entrevista reconoció que había elegido la superficie de la firma para el pavimento de su galería por cualidades tan significativas, como "la calidad, elegancia y solidez del producto".

15/03/2023

Desde hace más de cuarenta años, Rossella Colombari se encarga de difundir el diseño italiano por todo el mundo. La galería que lleva su nombre es considerada una de las más prestigiosas de ...

Desde hace más de cuarenta años, Rossella Colombari se encarga de difundir el diseño italiano por todo el mundo. La galería que lleva su nombre es considerada una de las más prestigiosas de Milán, ha albergado exposiciones famosas y conserva obras maestras de los grandes nombres de la arquitectura y el diseño de Italia.

Irónica y apasionada, Rossella mira el mundo con una curiosidad infantil y con el entusiasmo de quien sabe amar la belleza. Ama México y la creatividad, la misma que utilizaba a los cinco años para construir maquetas de cartón de altísimos rascacielos.

Nos encontramos con ella en Milán unas semanas antes del inicio del Salone del Mobile para conocer de cerca su historia y su universo volcánico.

Tratamos temas como la importancia del trabajo en equipo, el exagerado frenesí del mundo actual, Milán, Nueva York, Mendini, Sottsass y las tendencias ecosostenibles; Rossella viaja entre épocas históricas, temas de actualidad y ciudades lejanas con optimismo y sabiduría.

Siempre en busca de la pieza que aún no tiene

Muchos la definen como una pionera en la industria del diseño desde los años ochenta hasta la actualidad. La mecha que encendió la chispa fue una intuición ligada a la pasión de su familia, una dinastía de anticuarios de Turín que siempre ha trabajado para promover la importancia del patrimonio italiano.

Pero, tras cuarenta años de éxito, ¿qué mantiene ahora encendida la llama de su entusiasmo? ¿Qué lo alimenta en el día a día?

La curiosidad es lo que me impulsó a emprender y aún hoy canaliza mi energía en un trabajo sumamente variado, que parte del objeto para llegar a la arquitectura, la edición, el diseño gráfico... Son todas facetas de mi mundo, coherentes con mi estética.

También creo haber heredado todo esto de mi padre, un gran coleccionista y amante del arte. Con él di mis primeros pasos y luego empecé con toda la perspectiva arquitectónica.

Con cinco años ya imaginaba y creaba mi mundo perfecto, en mi dormitorio construía rascacielos increíbles, que hacía de cartón y decoraba con las mantas y calcetines de mi familia. ¡Durante diez años mis padres tuvieron que esconder las llaves de todos los armarios para evitar encontrarse calcetines con agujeros o chaquetas cortadas a pedazos!

Por la mañana abre los ojos y... ¿cómo es un día normal para una galerista de diseño? ¡Si es que existe un día normal!

¿Cómo empieza mi día? Con una intuición, que suele ocurrir cuando estoy sola, tal vez sentada en la cama, quieta, momento en el que mi mente tiende a generar imágenes y creaciones. Llego a la Galería y me reúno con mi equipo, un equipo de personas extraordinarias que saben leerme el pensamiento y me ayudan a dar forma a todas mis ideas. Juntos somos como un volcán de ideas. Y lo mejor es que conseguimos hacerlas realidad.

"Creo que ese es el secreto: empezar la mañana con ganas de saber qué sorpresas nos deparará el día, qué imprevistos tendremos que afrontar... Es esta la pieza que falta".

Te daré un ejemplo: hace unos meses un cliente histórico se presentó en la Galería con una colección de joyas arquitectónicas que me había comprado veinte años ante. Todas piezas raras, e incluso únicas, de los principales arquitectos internacionales de la década de 1980. Entre ellos, el arquitecto japonés Arata Isozaki, fallecido a finales del año pasado.

De ahí la intuición: ¿por qué no celebrar a este gran artista y con él los años ochenta de Mendini, Sottsass, Bob Venturi y Hans Hollein? De ese germen nace la exposición para el Salone del Mobile 2023: un gran homenaje a la década de los ochenta, a través de las joyas que he actualizado en un espacio que transformará la Galería, siguiendo una trama en la que los extras entran y salen de escena y crean un camino bien marcado.

Corría el año 1972 cuando el diseño italiano se consagraba oficialmente gracias a la exposición "Italy: the new domestic landscape" celebrada en el MoMA de Nueva York. ¿Cree que el diseño italiano sigue siendo hoy en día un auténtico factor de atracción a nivel internacional?

Echemos la vista atrás hasta la posguerra, cuando Italia tenía que reconstruirse y lo hizo a través de su creatividad.

Gio Ponti, Carlo Mollino, Franco Albini encontraron un terreno fértil en el que ejercitar sus habilidades en la reconstrucción. Tenían a su disposición una libertad creativa sin precedentes. Y así nació la gran industria y se desarrolló la construcción de segundas residencias y la clase media.

Estados Unidos pasó a ser un modelo en el que inspirarse. Prueba de ello fue la extraordinaria exposición "Italy: the new domestic landscape" en la ciudad de Nueva York, comisariada por Emilio Ambasz, que consagró el diseño italiano a nivel internacional.

La Italia de la posguerra fue una fuerza impulsora en la escena del diseño en todo el mundo. Uno de los factores determinantes fue la investigación y la calidad de sus materiales. Los arquitectos de la época crearon nuevas tendencias en el uso de las materias primas y la industria los siguió. Joe Colombo es un buen ejemplo de esto.

Llegamos entonces a la década de los ochenta, cuando los arquitectos Alessandro Mendini y Ettore Sottsass rompieron con la idea de arquitectura racional con el posmodernismo. Por desgracia, la mala interpretación de este movimiento llevó al diseño a lo que ahora denominamos "Art Design". Un contenedor sin identidad que crea confusión.

Milán es su casa, conoce sus detalles y dinámicas.

La capital lombarda es reconocida en todo el mundo como la capital del diseño y es aquí donde, como era de esperar, nació el Salone del Mobile en 1961. En tiempos de desmaterialización de los lugares de encuentro y de las redes virtuales, ¿cómo se confirmó Milán y cómo seguirá confirmándose como catalizador de la efervescencia creativa?

A los ojos del mundo, Milán, que en realidad tiene 1 800 000 habitantes, es una gran ciudad. Con el aumento de población previsto para los próximos años, finalmente se convertirá en una metrópolis, una ciudad-estado. Esto significa que trabajar en Milán actualmente supone una gran oportunidad para cualquier empresa. Estoy absolutamente convencida de esto: ser parte de la obra más grande de Europa significa jugar un papel importante en su desarrollo.

Hablemos del Salone. Hoy en día, el tema de la sostenibilidad es un compromiso fundamental para cualquier empresa y la última edición del Salone del Mobile lo eligió como hilo conductor de la exposición. ¿Se está produciendo realmente un momento clave?

Se habla mucho de ecosostenibilidad. ¿Pero sabemos lo que significa realmente? Para empezar, tenemos que empezar a cambiar la manera en la que consumimos, sin duda. Hay que revolucionar este mundo, replantearlo en términos de calidad y durabilidad. ¡La era de lo desechable ha terminado! Tenemos que invertir en cultura, investigar, revertir tendencias.

México es, en mi opinión, un muy buen ejemplo de esto. Hace tiempo que visito el país y siempre quedo fascinada por la alegría y espontaneidad de su arquitectura.

Nosotros hemos perdido esta alegría. Estamos varados en la burocracia, hemos perdido una visión creativa, nadamos en las normativas de certificación en todos los campos, desde la música hasta las artes.

Vivimos en un mundo que va demasiado rápido, la verdadera revolución será reducir la velocidad y empezar a reflexionar sobre materiales que sean realmente duraderos. ¿Sabéis cuánto tiempo le llevó a mi padre construir su casa? ¡Siete años! Hoy exigimos tenerlo todo hecho y rápido, proyectos llave en mano. ¿Pero por qué llave en mano? Tenemos que redefinir los tiempos y la calidad. Cuando nos dicen que la entrega de un producto de calidad será, digamos, en ocho meses, no vemos nada raro en ello, nos parece todo de lo más normal.

Lo importante es mantenernos firmes y no dejarnos arrastrar por este torbellino frenético que despista y crea confusión. Así que si tuviera que dar un consejo a una empresa, diría: «ralentiza, comunica calidad y seguridad». Durante años el mercado ha estado intoxicado por este falso mito de la innovación: hay que cambiar, innovar, encontrar la nueva tendencia, cueste lo que cueste. Lo nuevo ya es viejo. ¡Pero no tiene que ser así! Tenemos que volver a centrarnos en el producto con grandes arquitectos, con profesionales que conocen la materia prima. Nos encontramos frente a un gran y muy interesante reto, lo que me hace ser optimista de cara al futuro.

Necesitaremos tener el coraje de cambiar, y no hay duda de que cambiaremos.

Ha elegido Laminam para el pavimento de su galería. ¿Qué le llevó a decidirse? ¿Qué es lo que más valora a nivel estético y funcional?

En la Galería tenemos este pavimento desde hace más de diez años.

Cuando lo instalamos, el gran formato era algo novedoso. Me gustó la idea de tener una superficie uniforme e indestructible. Por este pavimento han pasado los muebles más dispares, muchas mesas de mármol, miles de instalaciones, pero ha conservado en todo momento su belleza original, nunca he tenido que cambiarlo. Hoy nos hacen creer -sobre todo en el mundo de la moda y el interiorismo- que nuestras necesidades cambian continuamente, lo que nos hace sentir inadecuados. Sin embargo, los clientes siguen preguntando lo mismo: "¿Durará el pavimento muchos años? ¿Se rayará?". ¡Mirad estas tablas, llevan aquí una década y han combinado bien con todo! Y luego este gris... es parte de mi paleta cromática favorita, uno de esos tonos que yo defino como "atemporales". En pocas palabras, elegí Laminam básicamente por la calidad, elegancia y solidez de su producto.

En "40 years of Galleria Rossella Colombari", el libro que celebra este importante hito y que habla de su universo creativo, escribe: "Siempre me he sentido atraída por el acto de la transformación. Traté de crear, como dice Jung, un mundo en el que no me sintiera como una extraña". ¿Cómo se siente en el mundo actual?

A menudo me dicen que tengo una mirada infantil, quizás porque prefiero un mundo imaginario que el mundo real. Cuando camino por la calle de buena mañana, miro los edificios y los transformo en mi imaginación, pienso en cómo modificaría la fachada, cómo cambiaría su geometría...

A diferencia de los que siempre lo critican todo, yo opino que la innovación debe entenderse, elaborarse y mejorarse. Y para ello necesitas cómplices. Yo siempre digo que «un niño nunca juega solo», necesita que otros niños jueguen al mismo juego. Por eso me encanta rodearme de personas diferentes, con los orígenes más dispares, pero que compartan conmigo la esencia, es decir, la curiosidad, la pasión por la estética y la profundidad del mensaje. Aunque en esto tengo que admitir que mi marido me supera.

"Desde hace cuarenta años mi marido investiga la identidad de género, para explorar al ser humano. De su investigación nació una colección, que se incluirá en una estructura arquitectónica construida por Estudio Lazzarini Pickering Architetti, junto con nuestra colaboración. Se la dejaremos a la ciudad de Milán como recuerdo de nuestro paso".

Y con esto, sus ojos de niña vuelven a iluminarse.

FOTO PRINCIPAL.: Galería Rossella Colombari, Milán - Pavimento de Laminam colección I NATURALI - Pietra di Savoia Antracite Bocciardata - Galería Rossella Colombari, Milán - Photo by Federico Torra.

Cookie Consent

This website uses cookies or similar technologies, to enhance your browsing experience and provide personalized recommendations. By continuing to use our website, you agree to our Privacy Policy

Nuestros Podcasts