Una cocina que se mantiene perfecta, como el primer día: es posible con la piedra sinterizada, un novedoso material recientemente reconocido por la Comisión Europea mediante la concesión de la marca CE.

Lapitec, la empresa que produce la superficie homónima, es la titular de este material, fabricado a partir de una mezcla de polvos minerales 100% naturales sin adición de pigmentos ni tintas, sometidos a un proceso de vibrocompresión al vacío y cocción a alta temperatura (sinterización). Durante estas etapas, los polvos se compactan sin utilizar adhesivos ni resinas, lo que da lugar a losas de gran tamaño (hasta 1540 mm x 3440 mm, en grosores de 12, 20 o 30 mm) adecuadas para encimeras de cocina, superficies verticales y otras aplicaciones de interior y exterior.

Lapitec está disponible en una gama de colores inspirados en la naturaleza, del blanco al negro, con varios tonos de gris y marrón, así como algunas tonalidades únicas caracterizadas por contrastes de vetas irregulares. El color de las losas, derivado de la mezcla mineral y no de las impresiones, se mantiene constante en todo el grosor de la losa, lo que significa que el efecto cromático está presente incluso en los bordes y se mantiene constante en caso de procesos como el corte, la perforación o el fresado. Liso, mate, brillante o con distintos grados de rugosidad, el material puede personalizarse en cuanto al acabado y, en cualquier caso, permanece libre de poros superficiales, una característica que garantiza la higiene y la facilidad de limpieza, lo que lo hace idóneo para su uso en el sector de la cocina. Es resistente a las manchas, al calor y a las fluctuaciones de temperatura. Además, puede personalizarse para incorporar tecnologías bajo encimera como controles táctiles o superficies calefactadas y refrigeradas.

Por último, Lapitec también ofrece en su catálogo Orion, una colección de fregaderos integrados con una perfecta combinación de colores, y Lapitec Chef, una placa de cocción patentada por la empresa, completamente invisible y accionada por alfombrillas especiales de silicona alimentaria que, al retirarse, dejan la superficie libre para albergar cualquier otra actividad, desde la preparación de alimentos hasta el emplatado, el trabajo y la conversación.