Inaugurado la pasada primavera en el corazón de la Ciudad Eterna, Six Senses Roma marca la entrada del famoso operador hotelero en Italia, con su primera solución de Hotel Urbano.

Este destino del segmento de lujo de 5 estrellas -96 habitaciones en el histórico palacio Salviati Cesi Mellini, a dos pasos de la Piazza Venezia- se ha renovado sustancialmente respetando su estratigrafía: desde los elementos estructurales de los años 50 aún visibles en la zona de restauración durante todo el día, hasta la gran pila bautismal del siglo IV que ha resurgido durante las excavaciones.

El diseño interior de Patricia Urquiola combina elementos del clasicismo -vinculados al ADN de la ciudad- con otros más modernos, en una obra equilibrada con tonos suaves y una fuerte conexión con la naturaleza. Así, los espacios son una fascinante secuencia de referencias, con alfombras inspiradas en los mosaicos romanos, decoraciones que recuerdan las del Triclinium de la Domus Vigna Lupi y el uso extensivo de materiales locales como el opus signinum (cocciopesto), el travertino y la madera.

Six Senses Rome ofrece una idea de hospitalidad contemporánea, en la que parte de los servicios están directamente conectados con la ciudad y a disposición tanto de los usuarios de la ciudad como de los huéspedes. Desde este punto de vista, la devolución de una estructura del patrimonio histórico a los ciudadanos puede verse en primer lugar como una intervención de regeneración urbana, y sólo en segundo lugar como una intervención arquitectónica. Los espacios accesibles también incluyen el BIVIUM -la zona de restaurante-café-bar abierta todo el día y lugar de encuentro exclusivo- que se funde con un jardín de invierno repleto de fragantes plantas mediterráneas como higueras, granados, uvas, madroños y hierbas aromáticas. Las paletas terrosas y las superficies naturales crean un espacio familiar, con muebles a medida diseñados por Patricia Urquiola y producidos por Prisma, empresa italiana especializada en la producción de equipos de catering.

El bar del vestíbulo -diseñado para optimizar la eficacia de los mixólogos- se caracteriza por una robusta estructura tubular de acero inoxidable AISI 304, que soporta un imponente revestimiento de mármol, con frentes de la sección de trabajo de acero inoxidable bronceado-latón. El mismo acabado cálido se utiliza también en el mostrador de café y en los detalles de los expositores exentos que dan ritmo a la sala. Estos últimos, que descansan sobre islas de travertino romano y están totalmente acristalados para permitir la visión desde todos los lados, exponen vinos y productos de temporada conservados gracias a sistemas de refrigeración y ventilación que garantizan la estabilidad y uniformidad de la temperatura.

También fabricado a medida por Prisma es el mostrador de pastelería y heladería. Su doble sistema de refrigeración, así como sus carapinas para helados enrasadas con la superficie, se han integrado perfectamente en un único bloque de piedra y madera.

Por último, el espacio se enriquece con una estación de show-cooking en la que Prisma, junto con Therma Electrolux, ha proporcionado el equipamiento y mobiliario necesarios para que el personal de cocina del hotel pueda satisfacer eficazmente las necesidades especiales de eventos y otras ocasiones.

Fotografías: Matteo Cirenei ©