En 2023 el planeta fabricó más de 1.200 millones de teléfonos inteligentes. Una cifra que se ha duplicado en la última década, y que el año pasado marcó un nuevo récord histórico. El auge en la fabricación de dispositivos electrónicos ha conllevado también un incremento considerable de la huella de carbono del sector de las tecnologías de la información y la comunicación.

Según estimaciones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas a las actividades digitales se han disparado en los últimos años. En 2020, las emisiones del sector de las tecnologías de la información y la comunicación ya suponían entre el 1,5% y el 3,2% del total de emisiones mundiales. Una cifra que se seguirá incrementando en los próximos años.

 El auge de la fabricación de dispositivos electrónicos y su corta vida útil, principales propulsores de la huella de carbono del sector

El incremento del peso de las actividades digitales en el calentamiento global lo encontramos, principalmente, en el crecimiento exponencial de la fabricación y uso de dispositivos electrónicos. Según estimaciones de la UNCTAD, los ordenadores de escritorio son los dispositivos electrónicos que más emisiones generan, tanto en su fabricación como durante su uso. Más concretamente, un PC de escritorio puede generar más de 400 kg de emisiones de CO2 a la atmósfera. Una cifra a la que se le deberían sumar los casi 545 kg de emisiones generadas durante los cinco años de su vida útil.

También destaca el impacto ambiental de los televisores, que emiten más de 300 kg de gases de efecto invernadero durante su producción. Durante los siete años de vida útil de los televisores, también se genera una alta emisión de gases CO2, aunque porcentualmente inferior a la de los ordenadores de sobremesa (595 kg de CO2 en siete años).

El tercer dispositivo que más emisiones genera es el ordenador portátil. Durante la fabricación se generan alrededor de 200 kg de CO2; en cambio, durante su fase de uso las emisiones bajan drásticamente hasta los 85 kg, una cuarta parte de leo que genera un PC de escritorio. Las tabletas y los smartphones son los dispositivos que menos emisiones generan, tanto en su fase de producción como de uso.