Un caserío reformado por BAT honra al pasado y abraza lo contemporáneo

En el pintoresco paisaje rural de Gipuzkoa, rodeado de colinas verdes y una atmósfera de serenidad, resurge el histórico caserío Goenetxe. Este emblemático edificio, que una vez fue el hogar de una familia noble (como  lo evidencia el escudo de armas preservado en la fachada principal) y que más recientemente se convirtió en un almacén de ganado, renace como un espacio que combina la esencia de la tradición vasca con las necesidades y el estilo de vida contemporáneos.

BAT Architecture, el equipo detrás de esta excepcional restauración, ha transformado este baserri en una obra maestra arquitectónica que respeta su pasado y mira hacia el futuro, adaptándolo a los estándares y necesidades de la actualidad. Conservando la esencia rústica de los tradicionales caseríos vascos, se ha llevado a cabo una intervención cuidadosa que resalta la estructura original y la convierte en el corazón de esta renovada joya histórica única y valiosa.

Elegancia atemporal con materiales naturales
La piedra robusta y la madera centenaria de Goenetxe se han combinado con elementos modernos de diseño para crear un equilibrio perfecto entre lo antiguo y lo contemporáneo. Las columnas originales del edificio se han dejado a la vista en un espacio central que actúa como una exhibición arquitectónica, tratándolas como una obra de arte viva que conecta el pasado con el presente.

Bajo esta premisa, se han distribuido los espacios interiores para maximizar la funcionalidad y la estética, respetando siempre la identidad del edificio. Una vez atravesada la entrada principal, la distribución se conserva original, con la cocina próxima a la entrada y en la esquina frontal del edificio convirtiéndose en el corazón del baserri y sobre todo, un espacio de conversación para la familia. 

La primera planta se distribuye alrededor del patio central, albergando una gran biblioteca que rodea el patio central girando en torno a la propia estructura de madera. Dos dormitorios con baño en suite en un lado, y el  dormitorio principal con sus dos baños, en el otro. En la segunda planta, una extensión de la biblioteca que ofrece un espacio adicional invita a la introspección y la conexión con el espacio y su entorno. La cocina, situada cerca de la entrada en su ubicación original, mantiene su papel como el alma del baserri, un espacio donde las palabras y las historias fluyen en un entorno cálido y acogedor. Este detalle resalta el enfoque en la preservación del espíritu comunitario y familiar que caracteriza a estas construcciones.

El edificio ha sido restaurado como si se tratase de una auténtica escultura y este proceso se ha guiado por una libertad de acción reflexiva con un doble objetivo: la creación de espacios dentro del edificio y la preservación de su identidad. Cada detalle de Goenetxe ha sido diseñado y ejecutado con precisión, desde los muros de piedra hasta los acabados en madera, preservando su carácter histórico mientras se adapta a los estándares actuales respetando al máximo las técnicas de construcción tradicionales. Este proyecto se erige como un ejemplo de cómo la arquitectura puede honrar el pasado mientras se integra con las demandas del presente. 

Fotografía: Erlantz Biderbost.