Desde el año pasado, la Unión Europea está ejecutando una directiva de eficiencia energética en edificios que tiene la mirada fijada en las calderas de gas. El Consejo de la UE, que representa e los 27 estados del continente, tiene como objetivo "eliminar por completo" las calderas de combustibles fósiles en 2040. En este ...
Desde el año pasado, la Unión Europea está ejecutando una directiva de eficiencia energética en edificios que tiene la mirada fijada en las calderas de gas. El Consejo de la UE, que representa e los 27 estados del continente, tiene como objetivo "eliminar por completo" las calderas de combustibles fósiles en 2040.
En este último año, la directiva europea ya se ha traducido en algunas medidas encaminadas a mitigar el uso de gas natural en las viviendas, como la prohibición de subvencionar las calderas de combustibles fósiles.
Sin embargo, el camino a recorrer para conseguir la transición energética en los hogares de Europa es todavía larga. Si bien en España se consume un 40% menos de energía que la media europea por sus condiciones climatológicas y el modelo residencial, los combustibles fósiles siguen ocupando un porcentaje importante de la demanda energética de los hogares del país.
Un tercio de la demanda energética de los hogares de España sigue siendo de origen fósil
Y entre las fuentes energéticas de origen fósil más utilizadas en España aparece el gas natural. Según datos del Consejo de Europa, el 18,4% de la demanda energética en las viviendas españolas sigue siendo de gas natural. Un porcentaje al que se le puede sumar el 14,3% de productos petrolíferos. Las fuentes de energía verde, si bien han crecido como demanda energética de los hogares, todavía supone un porcentaje discreto, del 15%. Los datos del Consejo de Europa constatan que un 40% de la demanda energética de los hogares españoles es eléctrica, pero sin mencionar si esta electricidad se ha generado de forma renovable o no.
Las viviendas copan el 27% del consumo total energético de Europa
Europa ha centrado la mirada en la eficiencia energética de los hogares al representar un porcentaje muy elevado del consumo del viejo continente. Según estimaciones de la Comisión Europea, los edificios son responsable del 40% de la energía consumida en Europa y de más de un tercio de las emisiones de efecto invernadero. En el caso de las viviendas, concentran el 27% del consumo energético total del continente, muy cerca del 30% que se utiliza en transporte.
Sin embargo, en España la situación es distinta. Su modelo urbanístico donde predominan los bloques de viviendas (a diferencia de otros países europeos donde hay más casas unifamiliares) y su climatología más cálida, hace que España tan solo gaste el 19% de la energía total en los hogares. Por el contrario, España gasta más energía en el transporte (39%).