El 30 % de las personas mayores de 65 años en España y el 50 % de los mayores de 80 años sufre al menos una caída al año, y más de la mitad de ellas suceden en el hogar. En un contexto de envejecimiento creciente, la prevención de caídas ...
El 30 % de las personas mayores de 65 años en España y el 50 % de los mayores de 80 años sufre al menos una caída al año, y más de la mitad de ellas suceden en el hogar. En un contexto de envejecimiento creciente, la prevención de caídas se ha convertido en un objetivo prioritario de salud pública.
Según el último informe del Ministerio de Sanidad relacionado con este aspecto, en 2023 se registraron más de 4.000 muertes por caídas, convirtiéndolas en la primera causa de muerte no natural en el país, siendo la mayoría de las víctimas personas mayores de 65 años. El baño, por su diseño tradicional y escasa adaptación, es uno de los entornos domésticos con mayor riesgo de caídas.
Gracias Paco, empresa especializada en reformas de baños recuerda la importancia de rediseñar estos espacios con una lógica centrada en la movilidad y seguridad de las personas mayores. "Prevenir una caída empieza por rediseñar el baño con lógica, no con prisas. Muchas veces se reforma por estética, pero no se piensa en quién va a usar ese espacio dentro de 5 o 10 años", explica Paco Lanas, CEO de Gracias Paco.
Consejos de diseño para un baño seguro y funcional
1. Sustituir la bañera por un plato de ducha a ras de suelo. Eliminar desniveles y bordes es la primera barrera contra los tropiezos.
2. Instalar suelos antideslizantes y bien iluminados. La iluminación indirecta y los materiales antideslizantes reducen riesgos incluso en condiciones de mucha humedad.
3. Colocar barras de apoyo estratégicas. Especialmente en zonas de entrada y salida de la ducha, o junto al inodoro e incluso el lavabo, ya que son muy útiles en casos de pérdida de equilibrio.
4. Adaptar la altura del mobiliario. Lavabos, espejos e inodoros deben estar a una altura funcional para evitar esfuerzos o posturas forzadas.
5. Espacios amplios y despejados. Facilitan el uso a personas con movilidad reducida, bastones o sillas de ruedas.
"El objetivo no es solo evitar accidentes, sino que la persona mayor pueda usar el baño con autonomía y seguridad. Esa es la verdadera prevención: adaptar el espacio antes de que ocurra una caída", añade Lanas.
Según datos del IMSERSO y Sanidad, la fragilidad afecta a casi 2 millones de personas mayores en España, una condición que aumenta el riesgo de caídas, pero que también puede revertirse con intervenciones en el entorno físico. En este sentido, la reforma del baño es una acción preventiva clave que las familias pueden llevar a cabo antes de que una caída obligue a actuar con urgencia.