La esencia rústica y el aire sosegado del Empordà cobran vida en esta vivienda de nueva construcción, fruto de la colaboración entre el arquitecto Damián Ribas y la interiorista Clara Joly D'Aussy, fundadora del estudio D'Aussy Interiors. Ubicada en un pintoresco pueblo del Baix Empordà, esta casa unifamiliar encarna un ...
La esencia rústica y el aire sosegado del Empordà cobran vida en esta vivienda de nueva construcción, fruto de la colaboración entre el arquitecto Damián Ribas y la interiorista Clara Joly D'Aussy, fundadora del estudio D'Aussy Interiors. Ubicada en un pintoresco pueblo del Baix Empordà, esta casa unifamiliar encarna un estilo de vida mediterráneo relajado, donde la arquitectura y el interiorismo se integran con sensibilidad en el paisaje natural.
Se trata de una residencia pensada para una familia con hijos pequeños, cuya peculiaridad es que parte de la familia reside y trabaja en Barcelona, mientras que la otra parte lo hace en la zona de Girona, lo que la convierte en un lugar donde reencontrarse, desconectar y, al mismo tiempo, mantenerse cerca del día a día.
El proyecto de interiorismo tomó forma con la llegada de Clara Joly D'Aussy, quien se incorporó en una fase avanzada de la obra para acompañar al cliente en decisiones clave sobre acabados, mobiliario, iluminación y diseño a medida. "Me contactaron por recomendación de Margarita Ventura, responsable de la tapicería y tejidos. La obra estaba a medio hacer y necesitaban apoyo para tomar decisiones que no tenían previstas. Mi rol fue acompañarlos y darles herramientas para visualizar, planificar y ejecutar con seguridad", explica Clara Joly D'Aussy.
Materiales nobles, luz natural y conexión con el entorno
La vivienda se desarrolla en una planta baja con sótano, compuesta por dos volúmenes rectangulares -zona de día y zona de noche- unidos por un cuerpo central de acceso. Esta disposición genera patios intermedios que permiten la entrada de luz natural incluso al sótano, estableciendo un diálogo constante entre interior y exterior y desdibujando sus límites.
El proyecto arquitectónico se apoya en materiales nobles y de proximidad: piedra con junta seca, toba catalana, mortero de cal, microcemento rústico, madera de roble y detalles metálicos en negro. La intervención de D'Aussy Interiors realza esa base arquitectónica con un lenguaje mediterráneo cálido y atemporal. "Seleccionamos materiales auténticos y sostenibles: maderas recicladas, metales variados, cerámica, papel y tejidos naturales como lino o algodón. Todo pensado para crear una atmósfera acogedora y funcional, sin artificios", añade la interiorista.
Espacios que respiran sosiego
La zona de día destaca por su conexión con el exterior y por sus techos inclinados de madera pintados en un tono blanco roto, que aportan amplitud y luminosidad. El salón, corazón de la vivienda, se convierte en un espacio envolvente gracias a su chimenea frente al sofá de lino, flanqueada por grandes ventanales que favorecen la entrada de luz natural y la ventilación cruzada.
En un extremo, la cocina en forma de L se presenta como un espacio funcional y estéticamente ligero, con armarios blancos y estanterías de madera clara. La isla central con taburetes de madera rompe la monocromía y añade calidez.
El comedor, por su parte, apuesta por la sencillez: una mesa circular blanca con sillas de ratán bajo una gran lámpara de papel de arroz aporta ligereza visual y frescura al conjunto.
En el lado opuesto, se ha creado una zona de estudio ligeramente elevada, concebida como un rincón íntimo de trabajo o lectura. Sus paredes se han forrado con estanterías en madera de roble, cuidadosamente decoradas con piezas cerámicas y objetos blancos que aportan un sutil contraste cromático y refuerzan la calma visual del conjunto.
Una oda al Slow Living
La zona de noche es una invitación al descanso. Los dormitorios, con mobiliario minimalista diseñado a medida por D'Aussy Interiors, cuentan con salida directa al exterior. Los cabeceros integrados con mesitas a modo de hornacina y las cortinas de tejidos naturales de suelo a techo refuerzan la estética serena del proyecto. La esencia mediterránea se cuela en todos los dormitorios y baños, de manera sutil y fresca.
Vida al aire libre
El jardín, de vegetación autóctona, prolonga el interior hacia el exterior con naturalidad. Siguiendo la misma filosofía de confort relajado, se ha creado un gran porche con zona chill-out junto a la piscina, formado por camas de obra con mullidos cojines bajo un cañizo que filtra la luz. También se diseñaron espacios para comer al aire libre, leer o descansar, aprovechando el sol y protegiéndose del viento de tramontana.
Fotografías: Stella Rotger.
Estilismo: Maria Algara.