Ingrid Matheu Studio ha llevado a cabo la reforma integral de un piso señorial de 400 m2 en la zona alta de Barcelona, transformando la vivienda en un espacio contemporáneo y distinguido donde, al mismo tiempo, se vive con comodidad. El proyecto, realizado para una familia con una hija, recupera ...
Ingrid Matheu Studio ha llevado a cabo la reforma integral de un piso señorial de 400 m2 en la zona alta de Barcelona, transformando la vivienda en un espacio contemporáneo y distinguido donde, al mismo tiempo, se vive con comodidad. El proyecto, realizado para una familia con una hija, recupera la elegancia clásica y la equilibra con un lenguaje actual, mobiliario premium y piezas icónicas de autor.
El recibidor marca el tono de la vivienda con un gran espejo enmarcado en un tono metalizado que multiplica la luminosidad natural y un puf de terciopelo en tonos tierra que introduce la paleta cromática cálida. La zona de día ofrece generosos espacios, compartimentados con grandes puertas correderas lacadas en blanco. Las cortinas suspendidas de cornisas evocan un aire clásico renovado.
La vivienda cuenta con dos salones contiguos. El primero, destinado a la recepción de visitas, está protagonizado por un sofá Chesterfield de terciopelo verde (Ojinaga), y se completa con distintas piezas de diseño como la columna-bar de Roche Bobois creada por Sacha Lakic, cuyo sistema eléctrico se eleva en un movimiento escultural.
Contiguo a este espacio se encuentra el salón familiar, dominado por una chimenea y decorado con un cuadro del artista catalán Riera i Aragó. Un sofá en L tapizado en tonos crudos (Molteni) se combina con la icónica Silla Barcelona de Mies van der Rohe, creando un ambiente elegante y contemporáneo.
El comedor sigue esa línea distinguida, con paredes pintadas en un tono gris oscuro, enmarcadas con molduras blancas que ensalzan el aire señorial de la vivienda. La nota de color la ponen una pareja de cuadros de la artista Claudia Valsells.
La cocina, de planta cuadrada, se organiza en torno a una isla central que integra zona de cocción, fregadero y almacenamiento. Un rincón destacado, ideal para los desayunos familiares, lo protagoniza una pared con papel pintado azul intenso que enmarca un banco en L y una mesa blanca. La zona de lavandería se independiza gracias a una puerta corredera de cristal blanco.
La zona de noche ofrece un ambiente relajante y sumamente funcional. En armonía con el resto de la vivienda, la master suite dispone de un vestidor de grandes dimensiones, con armarios revestidos en espejo y consola central de madera oscura, además de un baño con bañera exenta y área de ducha independiente. La habitación infantil combina base blanca con acentos en azul y rosa, también con vestidor y baño propios. La vivienda se completa con dos suites adicionales para invitados.
En todo el proyecto, Ingrid Matheu Studio ha buscado crear un espacio con carácter propio, apoyado en materiales nobles como la madera y el estuco a la cal, y en mobiliario de alta calidad combinado con piezas de los propietarios. La paleta de tonos beige, camel, tierra y blanco refuerza la calidez y armonía de la vivienda, mientras que los guiños al estilo mid-century y la cuidada selección de piezas de diseño aportan personalidad y atemporalidad.
"Queríamos que la casa mantuviera su esencia señorial, pero que, al mismo tiempo, se sintiera vivida y cercana. El reto fue aligerar espacios que resultaban muy cargados y darles una nueva vida con materiales nobles, piezas de diseño y una paleta cálida. El resultado es un hogar que refleja la personalidad de la familia y acompaña su día a día con elegancia y comodidad", explica Ingrid Matheu.
El resultado es un hogar que conjuga la nobleza de su arquitectura original con un diseño actual y atemporal, pensado para disfrutarse día a día.
Fotografía: David Querolt.
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