El mercado de alquiler temporal está en pleno auge. En concreto, la oferta ha aumentado un 26% interanual hasta representar alrededor del 15% del total del mercado de arrendamientos en el segundo trimestre de 2025. Es un hecho. Cada vez más propietarios apuestan por sacar rentabilidad a un piso que ...
El mercado de alquiler temporal está en pleno auge. En concreto, la oferta ha aumentado un 26% interanual hasta representar alrededor del 15% del total del mercado de arrendamientos en el segundo trimestre de 2025. Es un hecho. Cada vez más propietarios apuestan por sacar rentabilidad a un piso que tienen parado, pero meter tu propiedad en el mercado sin más no es garantía de éxito.
Hay pisos que se alquilan en dos días en plataformas como Spotahome, donde una buena presentación atrae más reservas, y otros que llevan meses colgados en la web. La diferencia muchas veces no está en la ubicación ni en el precio, sino en cómo se ve el inmueble cuando alguien abre las fotos. No hace falta tirar la casa por la ventana con una obra faraónica: puedes multiplicar el interés de los posibles inquilinos con cambios puntuales y, de paso, incrementar su valor.
Son las dos estancias que más peso tienen a la hora de tomar una decisión. Un baño con azulejos amarillentos de los años 80 o una cocina con grifos que gotean no invitan precisamente a firmar un contrato. Cambiar los azulejos no tiene por qué ser carísimo si eliges opciones sencillas y claras. El blanco, el gris claro o los tonos neutros funcionan siempre. Dan limpieza, amplitud y no pasan de moda en dos años.
En cuanto a la grifería, un cromado moderno en el baño o un monomando en la cocina cambian por completo la impresión que da el espacio. Lo mismo pasa con las encimeras: si la que tienes está muy marcada o descolorida, sustituirla por una de cuarzo o incluso laminada con aspecto de piedra le da un aire mucho más cuidado al conjunto.
Cuando preparas un piso para alquilar, tienes que olvidarte de tus gustos personales. Aquí no valen las paredes moradas ni los cuadros del bazar de la esquina. La idea es crear un espacio en el que cualquiera pueda verse viviendo sin esfuerzo. Paredes blancas o beige, nada muy llamativo. Puede sonar aburrido, pero es lo que funciona.
Un espejo grande en el salón o en la entrada ayuda bastante, sobre todo si el piso es pequeño. Da sensación de que hay más metros de los que realmente hay. Y con la luz pasa algo parecido: cambiar las bombillas por LED de luz cálida hace que todo se vea más acogedor sin subir la factura de la luz.
Lo importante es pensar en quien va a vivir allí durante unos meses, no en cómo te gustaría decorar a ti. Muebles con líneas sencillas, nada recargado ni antiguo. Un sofá cómodo, una mesa que sirva tanto para trabajar como para comer, estanterías donde guardar cosas sin que el espacio se vea abarrotado, etcétera. Si buscas inspiración, siempre puedes recurrir a las colecciones de IKEA.
En el dormitorio, una cama decente es innegociable. Muchos propietarios escatiman aquí y es un error. La gente valora poder descansar bien, por lo que un buen colchón aumenta el atractivo de la vivienda, además de mejorar las valoraciones en las plataformas donde se anuncian.