El estudio de interiorismo Punto y Seguido firma la reforma integral de este piso luminoso y cálido, ubicado en el madrileño barrio de Chamberí. La vivienda ha sido concebida para las necesidades de una pareja joven amante de la música, cuya sensibilidad por la decoración se plasma en cada detalle. La ...
El estudio de interiorismo Punto y Seguido firma la reforma integral de este piso luminoso y cálido, ubicado en el madrileño barrio de Chamberí. La vivienda ha sido concebida para las necesidades de una pareja joven amante de la música, cuya sensibilidad por la decoración se plasma en cada detalle.
La vivienda, de 130 m², cuenta con cocina independiente, salón con salida a terraza, dos baños -uno de ellos en suite- y tres dormitorios.
Zona de día: salón, comedor y… piano.
Nada más entrar se percibe un ambiente radiante y fresco, un equilibrio perfecto entre lo clásico y lo actual, en línea con el carácter jovial de sus propietarios.
"La paleta de materiales y de colores se ha trabajado sin miedo a las mezclas", apunta la interiorista Pilar Cinca, de Punto y Seguido.
El gran reto del proyecto fue integrar una pieza esencial para los propietarios: su piano de cola. "A nuestros clientes les encanta tocar el piano y recibir amigos en casa. En el diseño interior hemos concedido protagonismo a este gran instrumento, pero sin restar importancia al resto de elementos", explica Pilar Cinca.
Tras estudiar distintas propuestas la solución llegó con una distribución abierta y fluida, en la que el salón se convierte en el corazón de la casa, con tres zonas bien diferenciadas -estar, comedor y piano- que conviven en perfecta armonía. Se tiraron tabiques para eliminar el antiguo pasillo y, en su lugar, Punto y Seguido ha diseñado un mueble a medida que permite sumar almacenaje e instalar el televisor frente al sofá y el puff, ambos tapizados en tono blanco roto.
La zona de comedor la preside una mesa española cuadrada, de 140x140 cm, ideal para recibir invitados. Sobre ella, destaca una gran lámpara suspendida, diseñada a medida para el proyecto, en tela blanca y con detalles en verde. Las sillas ponen el toque sofisticado y rompedor, en estructura dorada mate y tapizado en tela gris antracita y blanco.
Puertas en verde apagado y cocina independiente
Las puertas lacadas en un verde apagado con espejo envejecido, diseñadas a medida, separan las zonas de día y de noche y multiplican la luz natural. En la cocina, este mismo tono se reinterpreta con una puerta de cristal transparente que permite el paso de la luz natural sin renunciar a la independencia del espacio.
En esta casa, contra lo que suele ser habitual en la mayoría de las viviendas actuales, se ha apostado por ubicar la cocina en un espacio independiente de la zona de día.
La cocina, cálida y luminosa, se viste con muebles en tonos neutros, que aportan serenidad y luminosidad. El toque especial lo pone un papel pintado de inspiración vegetal en tonos ocres, que reviste las paredes de la zona de office. Las sillas de ratán y una mesa redonda coronada por una lámpara colgante en un tono verde completan la escena, creando una atmósfera natural y acogedora.

Papeles pintados, un plus decorativo
Los papeles pintados son otra de las señas de identidad del proyecto. Vegetales, geométricos o con efecto textil, revisten paredes del recibidor, los baños, la cocina y el distribuidor, aportando profundidad, textura y personalidad. "A nuestra clienta le encantan los papeles pintados y en el estudio los consideramos una herramienta decorativa clave para crear ambientes con carácter", señala Pilar Cinca, de Punto y Seguido.
Simetría y color en el dormitorio principal
El acceso al dormitorio principal se hace a través de un corto pasillo. A ambos lados, se han diseñado armarios a medida, con frentes lacados diseñados con molduras rectangulares que enmarcan papel pintado texturizado. Para otorgar mayor armonía, Punto y Seguido ha revestido con este mismo diseño geométrico la puerta del baño en suite, que se integra discretamente en el espacio.
En el interior del dormitorio principal reinan la simetría y el color a partes iguales. A partir de un pilar arquitectónico preexistente, se ha generado un diseño con baldas ubicadas en los extremos de la pared del cabecero, un recurso que aporta mayor profundidad a la estancia. La paleta cromática, con base en blanco, juega con tonos vivos -rojo y marrón- que se convierten en una poderosa herramienta de diseño.
Dos baños con estilo
En su estado original, la vivienda contaba con un solo baño grande; la reforma ha supuesto la creación de dos baños, uno en suite y otro secundario.
El baño en suite mantiene el mismo suelo de madera natural que el resto de la casa. Para este espacio se ha diseñado un mueble a medida en madera y ratán, con encimera con faldón, doble seno y grifería empotrada. Todas las paredes están revestidas con papel pintado, lo que aporta una fuerte dosis de personalidad y coherencia estética.
En el baño secundario se ha diseñado una bañera con hornacina y, para lograr mayor calidez, se ha combinado un revestimiento de baldosas de pequeño formato con papel efecto textil y arrimadero con molduras. El mueble a medida se ha lacado en el mismo tono del arrimadero. El espejo, también a medida, tiene marco en antracita, y tanto la grifería como el aplique son en cromo.
Definitivamente, Punto y Seguido ha dado forma a un hogar acogedor, fresco y con carácter. La zona de día, articulada en torno al estar, el comedor y el piano, respira armonía y personalidad. La cocina independiente se presenta cálida y luminosa, mientras que la zona de noche combina funcionalidad y un confort absoluto.
Estilismo: Sol Van Dorssen
Fotografías: Stella Rotger