En el diseño actual de la cocina, la gestión de las superficies verticales adquiere un valor estratégico. La boiserie y los respaldos equipados se convierten en dispositivos arquitectónicos capaces de organizar el área operativa, modular la percepción espacial y relacionar zonas funcionales dentro de layouts cada vez más fluidos. La boiserie ...
En el diseño actual de la cocina, la gestión de las superficies verticales adquiere un valor estratégico. La boiserie y los respaldos equipados se convierten en dispositivos arquitectónicos capaces de organizar el área operativa, modular la percepción espacial y relacionar zonas funcionales dentro de layouts cada vez más fluidos.
La boiserie de la cocina Beluga, diseñada por Ferruccio Laviani para Rastelli en acabado Fresno Tobak, se presenta como un revestimiento continuo que integra compartimentos de almacenaje, estantes y accesorios. Al mostrar objetos y utensilios, permite tenerlo todo al alcance de la mano. A su vez, su modularidad horizontal y continuidad material generan un recorrido espacial que unifica el sistema de cocina y define sus jerarquías funcionales. En este caso, el respaldo equipado deja de ser un mero soporte para convertirse en una extensión de la superficie de trabajo, transformando la pared en un elemento igualmente activo.
Una evolución híbrida aparece con Kassia, diseñada por Karim Rashid. Aquí, la tridimensionalidad de la boiserie -construida mediante materiales y acabados en contraste- actúa como una bisagra espacial entre la zona operativa y el área de estar. Las superficies equipadas alojan estantes y planos de apoyo, construyendo una secuencia rítmica que regula la relación entre llenos y vacíos. Es una solución pensada para espacios conectados, donde la cocina funciona como una estructura de mobiliario con doble lectura: técnica y decorativa.

Kook, también diseñada por Karim Rashid, es la presencia más radical y escenográfica de esta narrativa. El respaldo de geometría inclinada introduce una dimensión dinámica. El sistema totalmente integrado trabaja con espesores calibrados, puertas enrasadas y luz lineal empotrada. El uso del color y de las superficies amplifica la percepción de precisión técnica, convirtiendo la pared en un elemento funcional también desde el punto de vista de la limpieza visual.
Para Rastelli, la boiserie y los respaldos equipados representan un auténtico módulo constructivo del ambiente cocina.
En un contexto donde la cocina se abre al living, ambos se convierten en una interfaz entre tecnología y composición, entre orden funcional y libertad estética.