Con la llegada del frío, los hogares españoles afrontan un incremento significativo en el uso de la calefacción, que durante los meses de invierno representa más del 40 % del consumo energético doméstico. A esta situación se suma la subida del precio del gas natural en los últimos años. Tras la ...
Con la llegada del frío, los hogares españoles afrontan un incremento significativo en el uso de la calefacción, que durante los meses de invierno representa más del 40 % del consumo energético doméstico. A esta situación se suma la subida del precio del gas natural en los últimos años.
Tras la entrada en vigor de la última actualización tarifaria a principios de octubre, que ha supuesto un aumento medio del 13,2 % en los recibos de los hogares y de entre un 12 y un 20,1 % para las comunidades de vecinos, según el Boletín Oficial del Estado, desde Lumon, especialista en soluciones de acristalamiento, advierten de la necesidad de adoptar medidas que permitan reducir el consumo energético y aliviar el gasto de las familias.
En este contexto, un reciente estudio desarrollado en el Edificio del Turó del Sastre en Montgat, un proyecto de 39 viviendas sociales promovido por IMPSOL y equipado con galerías bioclimáticas de Lumon, identifica el acristalamiento de terrazas como una de las soluciones más eficaces para mejorar el aislamiento térmico y optimizar el uso de la energía en los hogares.
El análisis, llevado a cabo por 16 Times, evaluó el impacto de estas galerías en el confort térmico, la calidad del aire y el consumo energético.
"Esta solución busca aprovechar la luz natural para crear un microclima en ese espacio, mejorando la habitabilidad de la terraza o habitación y la eficiencia energética de la vivienda", explica Pedro Gracia, prescriptor técnico de Proyectos Lumon en Aragón y Barcelona.
Según los resultados, las viviendas que utilizaron la galería adecuadamente, cerrándola durante las horas de sol y ventilando de forma estratégica, registraron un consumo energético hasta un 65 % menor que el resto. Además, se observó un incremento de entre 2 y 3 ºC en la temperatura interior sin necesidad de calefacción.
"Este estudio demuestra que los hogares mantienen una temperatura media interior de entre 3 y 6 °C superior en invierno, y reducen las oscilaciones térmicas en verano. Las encuestas realizadas a los residentes reflejan también un aumento del nivel de satisfacción y bienestar, especialmente por la sensación de mayor aislamiento acústico, luminosidad y aprovechamiento de las terrazas durante todo el año", añade Gracia.
Las galerías bioclimáticas crean un microclima que acumula calor y lo transmite al interior, contribuyendo a mantener estable la temperatura del hogar. El acristalamiento actúa como una barrera térmica pasiva: en invierno capta y retiene la radiación solar, aportando calor natural; en verano, permite abrir el espacio para favorecer la ventilación cruzada y evitar el sobrecalentamiento.
Además de mejorar la eficiencia energética, esta solución favorece la calidad del aire. Las galerías funcionan como sistemas de ventilación pasiva y filtros naturales, por eso, en solo 40 minutos de ventilación, el CO2 desciende de 1.120 ppm a 800 ppm. Después de dos horas, alcanza los 520 ppm, niveles muy próximos al aire exterior (430 ppm). Esta ventilación controlada permite reducir CO2, partículas PM2.5 y COV sin perder la temperatura interior.
Asimismo, el acristalamiento contribuye a reducir el ruido exterior hasta en un 50 %, ya que los paneles de vidrio y los perfiles de aluminio actúan como barrera acústica.
El presente y el futuro de la construcción en Cataluña: eficiencia energética y sostenibilidad
Actualmente, se observa una creciente demanda de proyectos de rehabilitación residencial en Cataluña, impulsada por los programas de eficiencia energética y sostenibilidad. "Aproximadamente, un 20 % de las nuevas instalaciones en esta zona corresponden a rehabilitaciones de edificios existentes, mientras que el 80 % restante se ejecuta en obra nueva, tanto en vivienda pública como en promociones municipales", señala Pedro Gracia.
Las promotoras valoran cada vez más la flexibilidad del sistema, los tiempos de ejecución y el control de todos los procesos, además de invertir en soluciones que mejoran la calificación energética del edificio. Esto está en línea con los objetivos europeos de eficiencia energética (EPBD) y la promoción de edificios de consumo casi nulo (nZEB).
"En los próximos años, el acristalamiento se consolidará como un elemento esencial en la arquitectura sostenible porque combina diseño, eficiencia y bienestar. Será cada vez más habitual integrar soluciones de cerramiento retráctil en proyectos residenciales y de oficinas, no solo por su impacto en el ahorro energético, sino también por su contribución al bienestar psicológico y social, creando espacios que favorecen la conexión con el exterior y la flexibilidad de uso durante todo el año", concluye Gracia.