Pensar en la cocina italiana es pensar en Scavolini. Con muebles que son producidos íntegramente en Italia y que constituyen un connubio perfecto entre diseño, altísima calidad y cuidado de los detalles, la compañía se ha ganado a pulso un lugar privilegiado en el Olimpo del mundo de la cocina a nivel italiano, europeo y mundial. Por supuesto, también Scavolini se ha visto afectada por la crisis, es inevitable. Sin embargo, la empresa logró alcanzar en 2012 una cifra de ventas de 174 millones de euros.

Y es que rendirse no está en la filosofía de la firma: como empresa sana que es, con un alto nivel de automatización e informatización, capaz de producir en base a los pedidos, Scavolini aborda la crisis y no se deja intimidad, por lo que ha seguido invirtiendo en tecnología y en el desarrollo de la marca, haciendo hincapié en la excelencia y en la calidad italiana.

Un ejemplo de esta valentía es la decisión de la empresa de entrar en el sector del mobiliario de baño con Scavolini Bathrooms el pasado año.  Un proyecto industrial extraordinario, sobre todo en consideración del contexto económico actual, que ha absorbido muchas energías e importantes recursos, pero que parece estar dando ya sus frutos. De hecho, Scavolini ha abierto ya una nueva fábrica específica, de nada más y nada menos que  13.000 metros cuadrados.

No obstante, el gran esfuerzo de Scavolini Bathrooms no ha significado la desatención de las cocinas por parte de la firma. De hecho, recientemente se han lanzado importantes novedades, como Diesel Social Kitchen, fruto de la colaboración con la conocida marca de moda.Del encuentro con Diesel ha nacido una cocina de diseño extremadamente moderno pero caracterizada al mismo tiempo por un aspecto “vintage” destacado por volúmenes importantes y materiales naturales envejecidos con tratamientos especiales.

Ya sean cocinas o, ahora, baños, hay una cosa que define a todos los productos Scavolini: con su origen en los continuos estudios de nuevos materiales y tecnologías, se trata de soluciones únicas, estudiadas para un público transversal. Por eso, en todo el mundo Scavolini es sinónimo de competencia y fiabilidad tanto de producto como de servicio preventa y posventa. Y es que la compañía italiana exporta sus productos y su marca desde hace más de 20 años, y su cuota de exportación aumenta constantemente. De hecho, son los mercados extranjeros los que, dado el mal momento de la economía de Italia, están sosteniendo las cifras de la compañía.

Como decimos, Scavolini es una empresa cada vez más internacional, presente en todo el mundo, gracias a una política de fuerte expansión de la red que se basa en un número de inauguraciones en constante aumento y una amplia red de distribución mundial que abarca más de 60 países, con más de 300 puntos de venta. De ellos, Rusia y Estados Unidos son indudablemente los más importantes.