El sector de los sanitarios ha caminado siempre solo, al tratarse de un producto que era eminentemente funcional y necesario, por lo que sus ventas no necesitaban ser estimuladas. La rapidez y el volumen de mercado que suponía para el sector la obra nueva parecía no tener fin, y por ello no resultaba imprescindible ni necesario invertir en innovación ni en avances tecnológicos. Sin embargo esos tiempos han acabado. Los nuevos conceptos que manejan los fabricantes para atraer de nuevo a los clientes pasan por el diseño, la ergonomía, el ahorro de espacio, la practicidad y especialmente la ecología; todos ellos importantes para un consumidor que se ha vuelto cada vez más exigente.

Las cifras que arroja el pasado 2013 no dejan lugar a dudas, aunque el mercado sigue cayendo (211 millones de producción frente a los 214 del ejercicio 2012), este descenso se ve cada vez más amortiguado, nada que ver con el abrupto bajón que dio el mercado en el año 2011 con respecto al anterior (18 millones de euros menos en producción). La tendencia observada nos lleva a pensar que por fin los resultados del año 2014 pueden estabilizarse y podremos empezar a pensar en pequeños crecimientos. El resto de variables sigue la misma tendencia: un mercado interior aparente que ha descendido de los 310 millones de euros en 2010 a los 209 de 2013 (aunque el descenso fue de solo un 5% en este último año), importaciones que disminuyen y exportaciones que, afortunadamente, se mantienen.

Tras el desconcierto y agitación que reinaron en los primeros tiempos de la crisis en todos los sectores que dependían directa o indirectamente de la construcción, la reacción de los fabricantes ha sido paulatina. Aunque es evidente que no será sencillo recuperar las cifras anteriores al inicio de la crisis, la estrategia es ofrecer un producto innovador y de calidad, con cada vez mayores prestaciones, y por otro lado potenciar las exportaciones, que siempre han supuesto un flotador para el sector, ayudados por la calidad de la marca Made in Spain.

Después de estos difíciles años, los sanitarios han vuelto a recuperar su lugar como piezas que aportan un valor diferencial al cuarto de baño, y las colecciones completas de porcelana son, específicamente, las que le dan carácter y personalidad. La calidad del material, unido a la versatilidad, consiguen que se forme un conjunto indisoluble de estética e innovación.

Uno de los datos que muestran la fuerza y el vigor del mercado del equipamiento de baño son las cifras de instalación de cisternas empotradas en nuestro país, que se estima en torno a las 70.000 anuales, y se encuentra en constante crecimiento. La progresión de la cisterna empotrada se apoya en las indiscutibles ventajas que aporta. Su estructura compacta, unida al hecho de que el inodoro esté suspendido, facilita la higiene de la zona en la que está ubicada. Este aspecto queda todavía más resaltado cuando se opta por accionamientos electrónicos que evitan el contacto.