Tres economías pendientes de Europa

La vocación turística de Baleares, Cataluña y Valencia conduce, sin embargo a diferentes desarrollos, marcados por modelos económicos muy distintos.

02/02/2015

Hoy, más que nunca, la economía española depende de la europea. Por eso, el frenazo que, previsiblemente, experimentará el conjunto del continente a partir de este año que recién empieza, va a determinar en buena medida el devenir de las distintas regiones del país, y en especial de aquellas con ...

Hoy, más que nunca, la economía española depende de la europea. Por eso, el frenazo que, previsiblemente, experimentará el conjunto del continente a partir de este año que recién empieza, va a determinar en buena medida el devenir de las distintas regiones del país, y en especial de aquellas con mayor apertura al exterior, como es el caso de Cataluña. También Valencia y Baleares, cuyos principales sectores productivos están muy ligados al turismo. 

En sintonía, el último informe trimestral sobre la economía española publicado por el servicio de estudios del BBVA (BBVA Research), afirma que el crecimiento de Cataluña en 2014 será del 1,3 por ciento, coincidiendo con la media prevista para el conjunto del producto interior bruto (PIB) español. Sin embargo, la influencia de arrastre negativo desde Europa comenzará ya hacerse patente este año, año en que subirá el 1,8 por ciento, frente al promedio estatal esperado del dos por ciento. El informe afirma que también crecerán por debajo de la media Andalucía, País Vasco, Cantabria, Baleares y Asturias. 

Así, el empuje de las exportaciones al exterior, que en su momento fue un factor clave para algunas comunidades a la hora de evitar algunas de las consecuencias de la crisis, se volverá parcialmente en contra en el corto plazo. Y decimos parcialmente porque, aunque se prevé una contracción de la demanda procedente de Europa, la depreciación del euro también conllevará un impulso a sus ventas fuera de la Unión Europea, algo que beneficiará principalmente a Cataluña, País Vasco, Navarra y Galicia, en un contexto en el que la previsión de crecimiento para el conjunto de España se rebaja en tres décimas, hasta el 2 por ciento.

Las previsiones son bien diferentes para la Cámara de Comercio de Barcelona, que acaba de revisar al alza sus cálculos sobre el PIB catalán. Según éstos, la economía catalana cerrará el año en curso con un crecimiento del 1,6 por ciento y en 2015 podría crecer un 2,1 por ciento, por encima de las previsiones para el resto de España y la Unión Europea. La competitividad y la progresiva corrección de desequilibrios explicarían el mejor comportamiento de Cataluña en el contexto estatal. En cuanto al consumo privado, la Cámara prevé que aumente en 2014 un 1,6 por ciento, y un 1,8 por ciento en 2015, mientras que el público, por el contrario, experimentará caídas. Otro de los aspectos relevantes es el de las exportaciones, que se espera suban un 4 por ciento este año, y un 4,5 el próximo. 

En tanto, el mercado de la vivienda continúa sufriendo una acusada contracción, algo que para muchos indica que la burbuja todavía no se ha desinflado. Expertos como el economista Borja Mateo afirman que hasta 2015 no será un buen momento para comprar un piso, aunque sí para alquilar, ya que los precios continuarán bajando. En estos momentos, España dispone de 1.200.000 pisos nuevos a la venta, a los que hay que sumar 720.000 de segunda mano a la venta y 1.300.000 en proceso de construcción ya iniciada. En total, 3.200.000 pisos, mientras que la demanda anual es de 220.000.

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