Dos mundos opuestos. Esta es la propuesta de Marcel Wanders para el stand de LG Hausys en la Milan Design Week 2015 que no trata sólo de la disposición del espacio, sino que es una experiencia donde HI-MACS es el centro.

Inspirado en la continua innovación, versatilidad y durabilidad del material de LG Hausys, Wanders cuenta, mediante este sorprendente diseño, la historia de las ilimitadas posibilidades de los productos de esta marca. El diseño fue concebido en su origen alrededor del tema del macrocosmos, de la inmensidad ornamental del universo y del microcosmos, con sus sistemas ordenados y patrones que se encuentran a nivel microscópico.

Esta contradicción ha inspirado el propio espacio, donde la ciencia y las emociones se unen y HI-MACS se convierte en una obra de arte.

"Hemos diseñado un espacio lleno de fantasía y sorpresa, donde la gente puede detenerse, disfrutar y descubrir las ilimitadas posibilidades que brinda la amplia gama de materiales de LG Hausys. Lo hemos aplicado en todo su potencial, desde las paredes al suelo, del revestimiento al laminado, y mucho más. Lo más divertido ha sido estirar todas las posibilidades de los distintos materiales hasta un punto desconocido", afirma Marcel Wanders.

Los suelos y paredes están realizados con paneles metálicos de formas geométricas que destacan la amplitud y nitidez del espacio. En el centro de la sala se encuentra una pieza excepcional, inspirada en uno de los motivos de Marcel Wanders: un impresionante medallón que gira lentamente y revela toda la belleza y versatilidad de la piedra acrílica HI-MACS. En contraposición a esta zona racional y funcional, la zona emocional es más íntima, misteriosa y poética.

El espacio entero gira en torno al concepto del "Blooming Universe" (Florecimiento del Universo) de Marcel Wanders, y se asemeja a un silencioso oasis que invita a la reflexión. Aquí el diseño se extiende a todos los objetos del entorno: desde los asientos a los elementos decorativos y las lámparas de pie. Este ambiente surrealista y visualmente imponente contrasta con la blancura brillante del HI-MACS y la película metálica de la superficie del medallón que ocupa el centro de la sala.

El visitante se siente tentado a sentarse y a disfrutar de la belleza de esta escultura central que gira lentamente bajo una iluminación dramática y la habitual funcionalidad de HI-MACS adquiere una dimensión casi poética.