IMCB 113 Anuario

2018-2019 anuario 73 Mercado aparente español de radiadores (millones de euros) 2018 2017 2016 2015 13 14 14 13 tado este artículo como un plus de confort con el que agasajar a sus huéspedes: además de su color blanco inmaculado, las toallas están, hoy por hoy, siempre esponjosas ¡y calentitas! a la hora de salir de la ducha en cualquier hotel que se precie. De esta manera, el toallero- radiador se asocia con el bien- estar. Es un pequeño capricho que, gracias a su adaptabilidad, como decíamos al principio, está al alcance de cualquiera que compre o reforme su baño. En 2018, los catálogos de los fabricantes estuvieron repletos de diseños depurados, líneas simples, tanto rectas como redondeadas, formas geométri- cas, y tamaños de todo tipo: de esta manera, cada baño pudo encontrar un espacio en el que cupiese el toallero-radiador. Incluso en el caso de los baños más pequeños se puede instalar un modelo en forma de balda para las toallas limpias, convier- tiéndose en un toallero-radiador- estante. ¿Quién da más funcio- nalidad en un mismo producto? Innovación que no se ve, pero se nota La sencillez de la que hablamos implica un alto grado de inno- vación y de investigación por parte de las empresas del sector. En primer lugar, porque este tipo de diseños son el resultado de un proceso largo y difícil de depuración. Por otro, porque en el caso de este elemento, la innovación corre por sus venas; es decir, por sus tuberías. Ahorrar ener- gía, ser lo más eficiente posible, calentar el baño de manera rápi- da y eficaz, son las prioridades del cliente, y eso se consigue a base de investigar y avanzar en sistemas que estabilizan la tem- peratura, reducen el consumo y la estratificación del aire en la estancia, por ejemplo. El toallero-radiador también es smart Pero hay más. Como no podía ser de otra manera, lo smart lle- ga también al toallero-radiador: algunos fabricantes son capaces de ofrecer detectores de venta- nas abiertas que detienen auto- máticamente el funcionamiento del radiador cuando se produ- cen bajadas bruscas de tempe- ratura, y evitan así el consumo innecesario de energía debido a descuidos ocasionales. Por otra parte, los sistemas de domótica que controlan la temperatura del hogar también tienen su conexión al toallero- radiador, de manera que a distancia se pueda encender o apagar. Calentar las toallas y el baño antes de llegar a casa deseando un baño en un día de lluvia es nolo solamente po- sible, sino fácil en la actualidad. Toques vintage Hemos hablado de los diseños minimalistas y puros. Si entra- mos a definir las tendencias estéticas del 2018, veremos que al lado de este tipo de modelos, también podemos ver otros en los que la estética vintage se hizo patente por medio de acabados metálicos brillantes y reminiscencias de tubería anti- guas muy originales. Para los clientes más atrevidos y originales, los fabricantes ofrecen toallero-radiadores en acabados antracita, acero mate e incluso madera, y modelos que cuelgan del techo como si de una lámpara se tratase. En conclusión, podríamos decir que el 2018 fue un paso más en la evolución de un producto que crece con pies de plomo pero tie- ne su vista puesta en lomás alto. En 2018, los catálogos de los fabricantes estuvieron repletos de diseños depurados, líneas simples, tanto rectas como redondeadas, formas geométricas

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